La Cámara de Cuentas de Andalucía ha empezado a recabar numerosos documentos de la contabilidad municipal del año 2022 como paso previo a la llegada a Fuentes de una auditora que durante las próximas semanas revisará la liquidación del presupuesto y el uso de los remanente de tesorería. Los remanentes son los fondos sobrantes de un año que pasan al presupuesto del siguiente. El ayuntamiento de Fuentes tuvo conocimiento de esta auditoria el 13 de junio y hasta ahora ha facilitado toda la documentación que le ha sido requerida por la Cámara de Cuentas. Fuentes es uno de los 16 municipios andaluces auditados este año por la Cámara de Cuentas, organismo del Parlamento encargado de fiscalizar la gestión de las instituciones públicas autonómicas. La Cámara es el equivalente autonómico del Tribunal de Cuentas del estado.
De momento, habrá que esperar varios meses para conocer la resolución de la Cámara de Cuentas sobre la liquidación del presupuesto de 2022 y el uso que el ayuntamiento ha hecho de los remanentes de tesorería. La auditoría no ha hecho más que empezar, por lo que es pronto para avanzar datos contables. Pero los ayuntamientos tienen obligación legal de presentar sus cuentas todos los años antes de finalizar el mes de marzo y Fuentes todavía no lo ha hecho con respecto al ejercicio de 2022. Casi ningún año lo hace en plazo debido al retraso que la liquidación sufre en la intervención municipal. El interventor es quien ha de hacer el informe, aunque el alcalde, como máximo responsable del ayuntamiento, es el impulsor y garante de que se haga en tiempo y forma.
Además de los retrasos en la presentación de la liquidación, algo muy común en los ayuntamientos, la auditoria aún no ha entrado en el detalle de las cuentas. En el ayuntamiento dicen estar muy tranquilos porque de lo único que adolecen las cuentas es de la lentitud que impone la intervención, no de falta de rigor. Aseguran que tanto la tesorera como el interventor y el secretario son minuciosos en el cumplimiento de la legalidad presupuestaria. La lentitud es un mal que aqueja sobre todo a la intervención y que esta auditoría va a ser positiva, dicen el el ayuntamiento, porque acabará con las críticas sobre el gasto municipal y pondrá sobre la mesa la necesidad de reajustar los procedimientos de la intervención y de la tesorería, obsoletos a todas luces.
Las insuficiencias de la intervención municipal eran sobradamente conocidas. Fuentes incumple sistemática y ampliamente los plazos de presentación de la liquidación presupuestaria, que debe obrar en poder de la Cámara el 31 de marzo de cada año. Ha habido años que se ha demorado hasta octubre y en alguna ocasión Hacienda ha retenido pagos al Ayuntamiento hasta que se presentase la liquidación del año anterior. Una de las previsible resoluciones de la Cámara de Cuentas va en esa dirección de pedir al ayuntamiento que mejore su servicio de intervención. Se da la circunstancia de que el interventor, que era administrativo (biólogo de formación) accedió al cargo de formar circunstancial.