Hay momentos en los que la ciudadanía se ilumina con un rayo radiante. Entonces, si nos miramos nos reconocemos en la luz y por un instante el mundo parece que puede ir a mejor. Nos sentimos unidos en una causa, no importa si esa causa afecta a un grupo o al mundo entero. Lo mágico, lo importante, es ese sentimiento de estar formando parte de un todo, aunque ese todo sea una parte.

Lo difícil es mantener esa luz, ese rayo que, como todo rayo, dura un instante para luego dar paso al ruido del trueno que se desvanece en agua, agua que puede correr y regar esperanzas y hacer realidades cosechas o pasar como un torrente que deja a su paso los despojos de lo que fue recogiendo en el camino. En Fuentes hace unos días brilló ese rayo que nos iluminó y nos hizo mirarnos y reconocernos como personas libres y dispuestas a luchar por nuestros derechos, ya sean respecto a la cuestión eléctrica, el agua o la sanidad pública.

Ahora viene la tarea ardua, a veces cansada y a veces sin dejar ver el futuro, de seguir luchando, reivindicando. Es en estos momentos cuando la ciudadanía debe estar unida sin ser mediatizada por terceros. Es ahora cuando toca seguir intentando que la luz que nos ilumina no se apague, nos queda mucho camino, nos queda seguir exigiendo y conquistando derechos: derecho a la sanidad pública y de calidad, a unos servicios dignos que pagamos religiosamente (luz, agua, impuestos…) y a una información respecto a planes de futuro y desarrollo de nuestro pueblo.

Nunca los derechos y libertades se han regalado ni se han conseguido en un día. Es en la calle y con la constancia de las mujeres y los hombres que nos han precedido que han conseguido aquello que nos parece natural, que por el simple hecho de nacer se no ha dado como un don gracioso de un poderoso. Nada más lejos de la realidad: a lo largo de la historia los derechos han sido conquistados, perseguidos y finalmente conseguidos, nunca regalados.

Por todo ello, el día 30 nos vemos de nuevo en la puerta del consultorio para pedir y exigir una sanidad pública y de calidad.