“¿Quiere tu pueblo recibir información para cultivar la tierra?”
“No, lo que yo querría conseguir es la demarcación de nuestro territorio."

(Conversación entre un general y Davi Kopenawa, chaman yanomami.)

Ayer cuando oí de pasada lo que estaba ocurriendo en Paiporta con la visita del rey, Sánchez y Mazón, llamé a un familiar que vive en Valencia y tiene amigos en la zona devastada. Días antes ya había hablado con la familia y todos estaban bien. Ante lo que había escuchaba que estaba pasando quise saber algo más fiable de lo que las noticias ofrecerían. Me contó cómo la gente estaba desesperada, que Mazón la “había cagado”, que la visita no había sido oportuna, que las personas que lo han perdido todo reprochaban al gobierno central que no hubiera tomado el mando al ver la ineficacia de la Generalitat… Tragedias como ésta no entienden de competencias ni miserias políticas, que es lo que está ocurriendo.

El familiar hizo mucho hincapié en que, antes de que los medios de comunicación empezarán a dar la noticia, Vox estaba calentando el ambiente, que eso no salía en los medios, pero que a través de las redes sociales estaba organizando lo que después ocurrió. Ellos, los negacionistas del cambio climático, se han agenciado la salvación del pueblo desmontado la Unidad Valenciana de Emergencias, una especie de UME. Me habló del centro comercial de Bonaire, monstruoso me decía, en cuyos sótanos caben 3.000 coches. Nunca, me dijo, bajo allí. Dejo mi coche fuera, no me gusta. Le pregunté si había habido muchos cambios en el paisaje: construcciones, carreteras, viviendas… en sitios inundables. Por supuesto. La gente no sabía a veces que un terreno era potencialmente inundable.

Los caminos del agua pertenecen al agua, ella la única que demarca su territorio. La naturaleza no sabe de humanos. Rectifico, sí sabe que somos una especie invasora que va dejando a su paso desolación y destrucción, que solo interesa el lucro particular, la producción y el beneficio. Que, aunque ahora seamos solidarios, capaces de conmovernos hasta las lágrimas viendo las imágenes de destrucción y muerte, dentro de unos meses volveremos a nuestros afanes e intereses individuales. Davi Kopenawa solía decir que los blancos no pensamos mucho más allá de lo que tenemos delante, que estamos demasiados ocupados por las cosas del momento. Todo eso nos hace tener los pies de barro.

Ahora dicen los políticos y los comentaristas que habrá que repensar muchas cosas, esas cosas que los científicos y expertos en cambio climático llevan años diciendo. No interesa escucharlos y hacerles caso porque sus recomendaciones, sus proyectos de futuro, cuestan dinero, inversiones que no van a dar beneficios materiales, turismo, consumo. ¿Estamos dispuestos y dispuestas a cambiar nuestra forma de vida, nuestro consumo y exigir a la vez a los políticos del Estado que cumplan con su obligación, con su sentido de existencia? ¿Estamos dispuestos a organizarnos como sociedad sin que nos manipulen aquéllos que solo persiguen obtener beneficios, ya sean materiales, de poder o de otra índole?

No quiero terminar mi artículo del este martes sin mandar un abrazo a las personas que en estos momentos sufren y no encuentran esperanzas. No podemos olvidarnos de que la recuperación va a ser larga y dura. Ojalá aprendamos algo para el futuro de las generaciones venideras. (Foto: Biel Alino. EFE)