Cantaor flamenco de la Puebla de Cazalla, Diego Clavel es probablemente el mejor seguirillero de la historia, aunque domina a la perfección todos los cantes. Lo demuestra su extensa discografía. Retirado del cante y de los escenarios, piensa que otro gallo cantaría en el flamenco si hubiera nacido en otra comunidad. Cataluña, por ejemplo. Diego Clavel, nombre artístico de Diego Andrade Martagón, nos acogió en su casa y trató como si nos conociera de toda la vida. Diego Clavel es persona amable y sencilla al que no te hartas de escuchar. Vive una vida tranquila y apartado del flamenco, un poco cansado de la profesión y del trato que dan a los cantaores tanto los que los contratan como las discográficas e incluso el mismo publico, que muestra poco respeto cuando el artista está actuando.
Pregunta.- ¿Cuál es el estado actual del flamenco?
Respuesta.- Mi opinión es que hay muchos, muchos cantaores y no mucha calidad. Así lo siento y así lo manifiesto. Ojalá pudiera decir otra cosa.
P.- ¿Con qué época del flamenco te quedarías, con la de Caracol, Mairena, Marchena, Pastora Pavón, Vallejo...? ¿O con la actual?
R.- Sin duda, con la época antigua. Hasta la de Antonio Mairena y todos los cantaores que vivimos en la época de Antonio. Se respiraba otro espíritu.
P.- ¿Está mal valorado el flamenco en Andalucía?
R.- Hombre, siendo como es de los andaluces, el flamenco nunca ha sido bien tratado. Yo tengo experiencias de haber estado en muchos festivales con los camerinos y el suelo de tierra, donde no nos ponían ni perchas para poder colgar el traje. En cambio, cuando ibas fuera de Andalucía, todo eran atenciones por parte de la organización y por parte del público. No digamos cuando salíamos de España, que sentíamos mucho el respeto que existe por nuestro cante. En Andalucía he estado en el escenario y le he dicho al público ¡qué lastima del dinero que gastan los organizadores o los ayuntamientos! por qué veía que el público no escuchaba. Claro, eso me ponía de mala uva.
P.- ¿Tocó techo el flamenco con tu generación el flamenco. La nueva generación aporta poco?
R.- Hombre eso es un poco arriesgado predecirlo, pero yo me arriesgo a decir que, como dije antes, el espíritu, el sabor de aquella manera de cantar no creo que vuelva. Creo que eso va con la vida, con la forma de vivir y con la forma de sentir. Cada época tiene una forma de sentir y yo me quedo con la que a mí me tocó vivir.
P.- ¿Crees que está influenciado por Camarón el estado actual del flamenco?
R.- Sin ninguna duda, esta forma de cantar de hoy en día está influenciada por los últimos tiempos de Enrique Morente (que a mí no me gustaba) y por Camarón. En esos pilares (excepto en algunos casos) está montado el formato del cante en estos momentos. En cuanto a la llave del cante que le dieron a Camarón yo sólo reconozco la de Antonio Mairena y la de Fosforito. Esa es mi modesta opinión, que vale lo mismo que la opinión de cualquier aficionado.
P.- ¿Crees que por ser mujer no le dieron la llave de oro a Pastora?
R.- Hombre, dársela a Camarón fue una metedura de pata porque te acuerdas de Pastora, de Tomas Pavón y de tantos otros que no la tuvieron y llegas a pensar que esto no tiene sentido.
P.- ¿Qué piensa del flamenquito, del flamenco fusión y a todo lo que hoy se engloba dentro del flamenco?
R.- Yo siento dolor. Es una vergüenza cómo se están aprovechando del flamenco. Tienen la desfachatez de llamar flamenco a cualquier cosa, pero lo más cruel de esto es que no veo quien lo defienda con valentía y honradez.
P.- Ya estás retirado ¿verdad?
R.- Sí, me he retirado e incluso me he apartado un poco del flamenco. Gracias a él he llevado mi casa para adelante, pero es un trabajo en el que no te sientes recompensado.