La cancha del pabellón de la Estación ha sido esta tarde un pedregal para el equipo de voleibol femenino, una cantera de mármol de Macael. Enfrente, el AVG2008 Almería, equipo descendido de la Superliga que conserva una consistencia pétrea. Especialmente en defensa. De ahí el resultado 2-3 del marcador final. El partido ha sido un tratado de psicología de la resistencia, según el cual vence quien más capacidad tiene de aguantar en la adversidad. Resilencia y fuerza. Los dos primeros sets han sido del Fuentes, el segundo con un resultado contundente de 25-11. El primero ha sido más equilibrado, 28-26, pero igual de complicado que los tres finales, inclinados a favor de las almerienses por 23-25, 20-25 y 9-15.
Fuentes adolece, como suele, de los errores de saque (seis sólo en el primer set), pero sin resquebrajarse. Nunca te rindas, menos aún cuando acaba de empezar la competición, apunta el tratado de psicología de la resistencia. Eso que le ha servido a las de Fuentes para remontar el primer set, lo ha aplicado a rajatabla el Almería después del tropezón del segundo, decantado para Fuentes por una diferencia de 12 puntos. Después de eso, cualquier cosa ha podido pasar. La suerte local apuntaba hacia el crecimiento de las fontaniegas y el derrumbe de las almerienses. Pero ha ocurrido lo contrario. Resilencia le llaman a eso. Las visitantes se han revuelto con fuerza, rabia y, sobre todo, oficio. No en balde vienen de arriba y dice el refrán que el que tuvo, retuvo.
El AVG2008 es un equipo fuerte, ordenado en defensa y contundente en los remates gracias a dos torres de casi dos metros, las números 10 y 71. Un hueso. El Fuentes ha empezado la liga con derrota, pero con buen juego. Rivales así curten si no hunden, fortalecen si no deprimen. El Fuentes ni ha salido ni hundido ni deprimido. Por lo tanto, curtido por un choque con un rival de altura. Hay que crecer. El entrenador, Moisés de Hoyo, hace un balance positivo porque el rival ha obligado a las de Fuentes a hacer un gran esfuerzo mental por tener delante a quien tenía. Ha habido espectáculo, que no es poco, y trabajo, asegura.
La semana próxima, segunda jornada de la competición, tocan dos partidos fuera, ambos en Tenerife. El sábado frente al Cisneros -otro descendido de la Superliga- y el domingo con Haris, ascendido desde la liga autonómica. La receta de Moisés de Hoyo es "mantener el juego mostrado esta tarde en el pabellón de la Estación y corregir errores". Esto no ha hecho más que empezar.
El rival de esta tarde exigía paciencia y valentía. La paciencia ha estado presente en los dos primeros sets, con puntos duramente disputados, largos, apasionados, que han acabado del lado del equipo más contundente. En este caso, el Fuentes. Pero sólo hasta mediado el partido. Después la paciencia se ha esfumado. Lo segundo, la valentía, el genio, también ha ido de más a menos, desapareciendo por completo en el tramo final. Buen juego, pero conservador cuando las deportistas se han dado de bruces contra la pared de un muro de granito. De Macael.