La población de Fuentes ha sufrido duramente la emigración durante varios periodos históricos recientes. El año que más habitantes tuvo Fuentes fue 1950, con unos 11.600. A partir de esa fecha sufrió una auténtica sangría hasta que en 1960 quedó con unos 10.000 pobladores. La población se estabilizó en esos números hasta 1970, pero después registró otro descenso para llegar a 7.500 en 1981. Hubo un pequeño repunte en 1988, con 7.650 y otro ligero descenso hacia 1990, con 7.200. Un pequeño repunte en 1993 con 7.500 y desde este año inició un descenso con altibajos hasta fijarse en alrededor de 7.200 hasta nuestros días. De estos datos se puede deducir que hay dos grandes períodos de emigración. Entre 1950 y 1960 y entre 1970 y 1981. Muchos de aquellos emigrantes están repartido por la geografía española y por el mundo. Por eso queremos saber qué ha sido de la vida de algunos de ellos.
Manuel Ramirez Fernandez, "Arropía", nació en Fuentes de Andalucía el 18 de mayo de 1965. Emigró por primera vez con 18 años para ingresar en la academia de la guardia civil como auxiliar, donde estuvo tres meses. A continuación lo destinaron a Castellón, donde permaneció nueve meses antes de ser mandado a Sevilla por seis meses. Terminado ese tiempo regresó a Fuentes para trabajar en el campo durante tres años. Actualmente vive en Castellón y tiene 56 años.
Pregunta.- ¿Cuándo decidiste emigrar?
Respuesta.- Decidí dejar la agricultura con veintitrés años y me vine a Castellón, donde empecé a trabajar de vigilante de seguridad. Después vino mi novia y nos casamos. Aquí hemos temido a nuestros dos hijos. En aquellos tiempos echaba muchas horas porque me compensaba. Así logré criar a mis hijos, comprar un piso y un coche. Luego mi mujer encontró trabajo y actualmente mis hijos, ya mayores trabajan, y nosotros dos también.
P.- ¿Por qué Castellón?
R.- Antes de instalarme en Castellón pasé por la academia de la Guardia Civil de Úbeda. De allí me destinaron a Castellón, donde pasé nueve meses antes de ser mandado a Sevilla. En Castellón conocí a una familia y que me echó el gancho. Dejé la Guardia Civil y volví al pueblo, pero pronto decidí emigrar a Castellón cuando el trabajo del campo en Fuentes dejó de satisfacer mis expectativas de vida.
P.- ¿Cómo es tu día a día en la actualidad?
R.- Ahora es muy tranquilo porque ya tengo una edad, el trabajo de seguridad ha cambiado mucho y actualmente estoy en los juzgados de Villarreal con el horario que marca la ley. Trabajo 20 días al mes y descanso 10. Anteriormente estuve en los hoteles, pero aquello era muy sacrificado.
P.- ¿Con qué frecuencia vienes a Fuentes?
R.- Cuando los niños eran chicos estaba un mes. Luego entraron en el cole y partía las vacaciones en 15 y 15 días. Ya son mayores y voy en cuanto puedo. El día mas feliz del año para mí es cuando salgo para Fuentes, donde me siento de maravilla. Estar en Fuentes es mi felicidad.
P.- ¿Cómo has visto Fuentes?
R.- Pues yo lo he visto muy bien. Veo un pueblo crecido y hay casas muy bonitas. Yo veo que Fuentes va a más y que ahora se vive bien. Claro que algunos tienen que salir fuera porque Fuentes es un pueblo agrícola. Estuve en la feria de hace dos años y me gustó mucho. Los bares de Fuentes me gustan mucho, me gusta comer, me gusta cenar y mi ratito de tertulia con la gente que conozco porque estoy muy arraigado. Cuando parto de vuelta a Castellón cojo hasta depresión pero allí tengo las habichuelas y a mis hijos.
P.- ¿Qué echas de menos de Fuentes?
R.- Echo mucho de menos no haber vivido en Fuentes. Echo de menos a muchos amigos míos que siguen en Fuentes mientras yo he tenido que salir fuera. Es muy duro haber abandonado tu pueblo e irte fuera a trabajar.
P.- ¿Ves posible volver algún día para quedarte?
R.- Yo sí me volvería y mi mujer e hijos también, pero tendríamos que tener un trabajo como el que tenemos en Castellón. De todas maneras, en Castellón también se vive muy bien y se está muy tranquilo. Cuando me jubile me gustaría estar en Fuentes, aunque me temo que la realidad será otra cosa, claro está. Me gustaría tener una casa en Fuentes y otra en Castellón, donde estarán mis hijos. Pero unos mesecitos en Fuentes sí estaría, aunque después, cuando sea muy mayor, buscaré el calor de mis hijos.