"Justicia para la paz" es el título del libro del cantautor Manuel Gerena que la tarde de este sábado será presentado en el parque de los Luchadores por la Libertad. Será en el marco de la primera velada de la Memoria Histórica Fontaniega. Si contundente es el título del libro, el subtítulo cierra cualquier posibilidad de duda: "10001 páginas de poemas para la libertad". Dice Gerena que la culpa del regreso del fascismo la tiene el no haber promovido la cultura de izquierdas cuando los partidos que dicen ser de izquierdas han estado o están en el poder. Justicia, paz, libertad, memoria son palabras que volverán a resonar como aldabonazos hoy a las ocho de la noche en el antiguo cementerio de Fuentes. El acto está organizada por la Asociación Fontaniega de Familiares de Víctimas del Franquismo, entidad que ha impulsado el primer Certamen Velada de la Memoria Histórica Fontaniega.

Pregunta.- ¿Nos explicas eso de que la izquierda tiene la culpa del ascenso del fascismo?

Respuesta.- Tiene gran parte de la culpa, aunque no toda ni toda la izquierda. Me gusta siempre matizar que hay excepciones. Pero hecho el matiz, debo insistir en que el rebrote del franquismo se debe en parte a esa falta de programación cultural de izquierdas, especialmente por parte de muchos ayuntamientos que se hacen llamar de izquierdas y que han gobernado acomplejados por miedo a perder el voto de centro, según dicen. Ése es un grave error. Los complejos de los alcaldes de izquierda traen ahora el voto fascista. Al contrario que la izquierda, la derecha no tiene complejos allí donde gobierna porque va a lo suyo. También tiene parte de culpa la inocencia de una parte de la sociedad que cree que todo está hecho y de una juventud que no piensa ni sabe lo que supuso el franquismo.

P.- Cuéntaselo aquí.

R.- El franquismo supuso la pérdida de los derechos de los trabajadores, el encarcelamiento por opinar diferente del régimen y la persecución de los cantantes críticos, entre otras muchas barbaridades. En los años 60 y 70 empecé a conocer las comisarías de Franco en casi toda España. Me encerraban 72 horas hasta que me trasladaban a los juzgados y me comunicaban multas de 250.000 pesetas. Y todo por cantar contra la dictadura, por luchar por la libertad, la democracia, la justicia y la paz. Todavía seguimos en la lucha contra el fascismo. Todo por hacer poemas contra las condenas que sufrieron los defensores de los trabajadores en el conocido Proceso 10001, que mandó a la cárcel a luchadores como Camacho, Soto, García Salve, Saborido, Sartorius, Acosta...

P.- ¿Qué sentimiento te produce mirar atrás?

R.- La rabia de ver que hoy, desgraciadamente, crece el fascismo y de que hay personas que votan contra su propios intereses de clase. La gente debería defender la sangre a la que pertenece y no votar a los ricos. No hay tantos ricos en España para justificar que la derecha reciba los votos que recibe. Por eso digo que la izquierda, salvo excepciones, tiene la culpa por no haber promovido la cultura desde las instituciones, especialmente muchos ayuntamientos.

P.- ¿Desde cuándo no actúas en Fuentes?

R.- La última vez sería en los años setenta. Canté en una nave grande y lo hice en medio del ruido de las piedras que algunos derechistas tiraban al tejado. Participé en el rodaje de "Tierra de rastrojos", donde hice el papel del anarquista, y después he vuelto alguna que otra vez traído por defensores de la memoria histórica como Pepe Caballero "Lechuga" y Juan Morillo. El ayuntamiento de Fuentes nunca me ha contratado. Estamos faltos de programación de cultura de izquierdas, algo primordial porque es la forma en que el pueblo se identifique con su cultura y los intereses de clase. Si no, ya sabemos lo que viene.

P.- ¿En qué va a consistir el acto de esta noche en el parque de los Defensores de la Libertad?

R.- Tendremos un recuerdo para los compañeros muertos, reivindicaremos la libertad, la paz, la justicia y presentaré mi libro y cantaré algún martinete, por lo menos. También descubriremos un mural en memoria de Antonio Hidalgo, víctima del holocausto nazi. Es un acto que debemos agradecer a la Asociación Fontaniega de Familiares de Víctimas del Franquismo. Sobre mi libro, debo decir que contiene, además de mil páginas de poemas, una tarjeta digital con canciones, imágenes y grabaciones de conciertos. Le puse el subtítulo de "1001 páginas de poemas para la libertad" en homenaje a los diez compañeros de CCOO que sufrieron el Proceso 1001 después de haber sido detenidos en 1972 cuando celebraban una reunión clandestina contra el franquismo, juzgados y condenados en 1973.

P.- ¿En qué momento está el flamenco actual?

R.- Creo que no pasa por un mal momento. Hay cantaores, bailaores y guitarristas jóvenes muy buenos. Pero se programa poco por parte de los ayuntamientos, en parte porque la explosión de los festivales provocó una subida exagerada de los cachés y después, cuando llegaron las vacas flacas, muchos ayuntamientos dieron la espalda al flamenco, en parte por los costes desorbitados y en parte por esos complejos de no querer espantar a los votantes de centro. La época de la teta gorda de los ayuntamientos ha traído esta situación. A eso hay que unir que la juventud, en general, está por otro tipo de música.