El Hypericum perforatum es conocido como hipérico o pericón, pero también como hierba de San Juan. Recibe este nombre porque en esta época del año, próxima a la festividad de San Juan Bautista -que se celebra el 24 de junio- es cuando empieza su recolección. Continúa durante los meses de julio y agosto, en diferentes latitudes, a medida que va floreciendo. Este año hay bastante. Se encuentra en las lindes de caminos, cunetas o campos secos. Sus flores son amarillas brillantes, con puntitos negros en el borde de los pétalos. La recolección de esta planta se realiza justo antes de que las flores se abran, aunque este año han florecido bastante antes.

Las preparaciones procedentes de plantas frescas tienen un valor elevado de hipericina, que es su principio activo más destacado. Identificarla es facilísimo: basta arrancar unas pocas de flores y estrujarlas entre los dedos. Al punto se verá que éstos toman una coloración rojiza. También, si tomamos una hojita y la miramos al trasluz, veremos que está plagada de puntitos transparentes. Éstos son depósitos de aceites esenciales, de ahí su nombre científico, Hipericum perforatum.

Se la conoce desde muy antiguo. Además de muy respetada y valorada, ya era incluida en algunos ejércitos en los pertrechos de los soldados para usarlas en caso de heridas. Pero no quiero extenderme mucho más en sus grandes virtudes, sino de ese maravilloso aceite que se puede elaborar con ella y que no debería faltar en ningún botiquín casero y que aprovechemos este tiempo que está en plena floración.

Para hacerlo es muy fácil. Basta tomar un recipiente de cristal e introducir allí una cantidad abundante de flores. Una vez hecho esto le añadiremos aceite hasta cubrirlas totalmente. Sirve para casi todo. El aceite debería ser de buena calidad, se puede usar cualquiera. Tapado, se expone al sol durante 40 días. Poco a poco veremos que esta mezcla va tomando un bonito color rojo sangre. A finales del verano se puede filtrar o escurrir y se guarda tapado en un lugar preferente de la casa para usarlo cuando tengamos alguna quemadura o herida que queramos sanar.

En cuanto a las quemaduras, sobre todo las solares, es de notar que al aplicarlo se experimenta de inmediato una sensación de bienestar, desapareciendo la sensación de dolor. Siempre fue una planta muy respetada y apreciada, también como digestiva, pero hoy solo quiero citar esa vertiente de cómo elaborar ese maravilloso aceite. Es de notar que una planta tan conocida desde la antigüedad ahora pase tan desapercibida para la mayoría de la gente, además de catalogarla como una mala hierba. Es todo lo contrario.