Cansado va, el caballero
De pendencia y de batalla
De aquel chocar del acero
Contra las cotas de malla

De colores y estandartes
De insignias y de blasones
De torres y baluartes
De banderas, y ”pendones”

De señores y vasallos
De lacayos y bufones
De halcones y papagayos
De reyes, y panteones

De  iglesias y catedrales
De palacios y alquerías
De trompetas y atabales,
De ceremonias vacías

De magos y encantadores
De monjes y de prelados
De alquimistas, sopladores,
Doctores y licenciados.

Sin trofeo ni caudales
Sin tierra patria ni grey
Por desiertos y eriales
Cabalga, según su ley

Sabe cuál es su destino
Y  que está echada su suerte,
Al borde de algún camino
Lo recogerá la muerte

Sin llantos, sin oraciones,
Sin capilla ni ornamento
Bajo un montón de terrones
Descansa, sin sacramento.

Por su porte y gallardía
Por la fuerza de su brazo
Como el sol, brilló algún día
Como el sol, tuvo su ocaso.