La Iglesia era la institución con más propiedades de Fuentes, según el catastro de Ensenada, tras los bienes comunales (ver artículo de la semana pasada) y de los propios de la villa. Las propiedades estaban catalogados en conventos, casas, hornos, molinos, tierras, tributos y ganado. Al contrario que las propiedades del marqués de Fuentes y de las comunales, la iglesia arrendaba sus propiedades a grandes agricultores. Evitaba así tratar con muchos pequeños colonos y eludía la quiebra del pequeño arrendatario, a cambio de obtener una mayor seguridad en sus rentas.
Órdenes religiosas con sede fuera de Fuentes eran dueñas de las siguientes propiedades:
Cortijos:
- Cortijo del Donadío de Pedro Gordo, en los "Cerros de San Pedro", propiedad de hospital de la Misericordia de Sevilla y de 300 fanegas de extensión, arrendado por Alonso López Pilares, vecino de la villa, por 1.800 reales de vellón.
- Cortijo de San Pedro de Albaladejo, propiedad del convento de San Clemente de Sevilla y de 235 fanegas de tierra (115 en término de Carmona) y arrendado a Lorenzo Adalid, cura de la parroquia, en 1.700 reales de vellón, que a la pieza del término de Fuentes correspondían 868 reales y 8 maravedíes.
- Cortijo de los Álamos, propiedad del convento de la Concepción de Carmona y de 265 fanegas de tierra (225 en el término de Carmona) y arrendado por Pedro Jinete, vecino de esta villa por 322 reales y 4 maravedíes, en lo que correspondían a la tierra de este término.
- Cortijo de la Aljabara, propiedad del colegio mayor Santo Tomás de Sevilla y de 882 fanegas de tierra y arrendado por Francisco Limones, presbítero de la Campana, en 5.500 reales de vellón.
- Cortijo de la Ricia, propiedad del convento de Santa Inés de Sevilla y de 410 fanegas de tierra y arrendado por Sebastián González Fariñas, vicario de Fuentes, en 1.300 reales de vellón.
- Cortijo del Dinero, propiedad de la capellanía que fundó Hernando Sánchez, de la que era capellán Juan Obeso, presbítero de la villa de Boadilla de Rioseco del reino de León y de 452 fanegas de tierra y arrendado por Ana de Baeza y Torres, vecina de la villa, por 1.800 reales de vellón.
- Cortijo de la Herradura, propiedad del colegio de Caballeros de Santiago de la Espada de Sevilla, de 290 fanegas de tierra (264 en término de Carmona) y arrendado a Antonio Muñoz Caro, vecino de la villa por 2.480 reales de vellón, que correspondían a la pieza del término de Fuentes 222 reales y 11 maravedíes.
- Haza de Angostilla, propiedad de la parroquia de San Bartolomé de Carmona, de 85 fanegas de tierra (25 en término de Carmona) y arrendada por Lorenzo Adalid, cura de la parroquia de esta villa, en 450 reales de vellón, correspondiendo a las 60 fanegas de tierra comprendidas en el término de Fuentes 317 reales y 22 maravedíes.
- Haza Ricacha y parte del Haza de Angostilla, propiedad de la Universidad de Beneficiados de la Ciudad de Carmona, 98 fanegas y media y arrendadas por Santiago Rodríguez, presbítero de esta villa en 1.201 reales y 4 maravedíes.
- Haza de Juan Pérez, propiedad de la Universidad de Beneficiados de Villanueva del Río, de 100 fanegas de tierra y arrendada por Miguel Batista Caro, vecino de la villa en 440 reales de vellón.
Las madres Mercedarias Descalzas eran propietarias de los siguientes bienes:
Cinco casas:
- Casa situada en la calle de la Matea, compuesta de tres cuerpos con sus altos y entresuelos correspondientes que servían de granero, arrendada por 20 ducados de vellón (220 reales); otra en la calle Hijarrosa (la Rosa), compuesta de tres cuerpos con sus entresuelos correspondientes para grano y arrendada en 16 ducados de vellón (176 reales); una tercera situada en la calle la Huerta, compuesta de un cuerpo de vivienda baja, sin alto alguno y arrendada por 6 ducados (66 reales), la cuarta situada en la calle Mayor y compuesta de dos cuerpos: el uno de vivienda con su entresuelo correspondiente, que sirve para pajar y en el otro una cuadra con dos asientos de atahona (tahona), arrendada por 315 reales, 200 reales por la vivienda y 115 por la tahona; una quinta situada en la calle Mayor, contigua al convento y unida a uno de sus molinos y que servía para alojamiento de los criados y de hospedería para las familias forasteras que venían a visitar a las religiosas.
También tenía dos molinos de aceite:
- Un molino de aceite compuesto por una cuadra con su piedra, viga y demás pertrechos correspondientes, en la que había 6 gonzález y 11 tinajas de cabida de 1.100 arrobas y otro, que llamaban el Nuevo, situado en el ruedo de esta villa, compuesto de viga y piedra con todos sus pertrechos y vasos, de cabida de 200 arrobas de aceite, sobre el que estaba impuesto un tributo de 150 reales de vellón de renta que se pagaba a la fábrica de la parroquia de esta villa.
Tres hornos de cocer:
- Un horno con dos capillas, situado en la calle Carrera, arrendado en 3.000 reales de vellón y sobre él estaba impuesto un tributo perpetuo de 25 ducados de vellón (275 reales) que se pagaba a la capellanía que fundó Francisco de Guzmán, de la que era capellán Domingo del Corral, presbítero de esta villa. Otro horno situado en la calle de Juan Miguel, alias de la Cruz Verde, compuesto de dos capillas y que estaba arrendado en 2.927 reales de vellón. Un tercer horno, compuesto de dos capillas y situado en la calle de Lora, arrendado por 3.100 reales de vellón y sobre él estaba impuesto un tributo de 110 reales de vellón de renta que se pagaba al beneficio de la parroquial de esta villa.
Tierras olivar:
El convento poseía 20 parcelas de olivos situadas en el pago de Mataelvira con una extensión total de 63 aranzadas y dos parcelas con 5,5 aranzadas en el Arenal. (La aranzada era una medida de extensión variable, en Sevilla equivalía a 4,75 metros cuadrados).
Tierra de secano:
Además, poseía este convento dos parcelas de tierra de secano para siembra de cereales, año y vez en la Mataelvira de 16,5 fanegas entre las dos. Asimismo, tenía tres pequeñas parcelas en el ruedo de unos 4 celemines de tierra para sembrar cebada en berza.
Tributos a favor:
El Convento de las Mercedarias Descalzas percibía 45 tributos redimibles que gravaban diferentes posesiones locales, especialmente casas, y que habían sido donados por sus dueños para contribuir al sostenimiento de la casa conventual. Todos ellos suponían un montante total de 2.162 reales de vellón y 14 maravedís.
Ganado:
Las monjas Mercedarias poseían tres machos mulares, una mula y dos jumentas que anualmente producían 40 reales y 6 reses vacunas de vientre que anualmente reportaban a la comunidad 168 reales de vellón.
Por último, el clero secular de la villa, constituido por cargos eclesiásticos, disfrutaban de las rentas de 67 capellanías de las 105 que había en total en la parroquia. Estas rentas procedían, en su mayor parte de pequeñas parcelas de tierra, situadas en Tierras Nuevas o Mataelvira, o de las casas donadas a dichas capellanías.