Hace 16 años que Andrés González Lora recibía una comunicación de la delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en la que textualmente le comunicaba que “su organización empresarial ha sido merecedora de nuestro reconocimiento, avalado por su iniciativa emprendedora y saber hacer, por lo que sería muy grato poder contar con su presencia el próximo día 22 de febrero para recoger el premio en nombre de la misma”. El texto de la misiva se refería es la sociedad cooperativa andaluza Camino del Castillo, empresa familiar de vacuno de leche ubicada en Fuentes de Andalucía. Los integrantes de la empresa son Andrés y Francisco González Lora, acompañados de sus respectivos hijos Antonio y José Antonio.

Camino del Castillo fue creada en un principio por Andrés y Francisco, pertenecientes a una modesta familia numerosa formada por los padres y cuatro hijos y una hija. Sus padres poseían una pequeña parcela de 12 fanegas y cinco vacas. Para conseguir los alimentos que le permitieran mantener a la familia incorporaba tierras que arrendaba. En la década de los 60 del siglo pasado se produjo, por todos conocida, la diáspora de los fontaniegos a otras tierras de promisión, generalmente a Barcelona y costa levantina y en menor medida a países de centro Europa. También los componentes de la familia González Lora se ven afectados por este proceso. Un hermano se marchó a Alemania, otro a Barcelona y un tercero a Benidorm. Francisco y Andrés se quedaron en Fuentes dedicados a la actividad agrícola y ganadera, mientras que su hermana se estableció en el sector de la hostelería.

Andrés, en el año 1973, tras cumplir el servicio militar obligatorio y regresar al seno familiar, inicia el camino de su independencia económica. Le arrendó a su padre dos fanegas de tierra y en ellas, con dos novillas que compró con sus pequeños ahorros, inició su minúscula explotación ganadera. Su actividad la simultaneaba con el trabajo en la explotación familiar y con sus trabajos eventuales en las recolecciones agrícolas, sobre todo en la recolección de aceitunas. Al año siguiente, su hermano Francisco le propuso formar una explotación conjunta. Andrés aceptó la propuesta y de esa unión surgió el embrión de lo que años posteriores sería Camino del Castillo. Francisco aportó a la sociedad tres novillas canadienses y entre los dos compraron otras cuatro, que unidas a las de Andrés constituirían la nueva empresa ganadera.
Ya en el año 1979 contaban con un censo de 40 vacas. Pero ese mismo año la explotación sufrió un duro revés. Se puso en marcha en toda Andalucía el programa nacional de erradicación de enfermedades animales y, como consecuencia de los controles llevados en sus vacas, tuvieron que sacrificar 30 que dieron positivo en tuberculosis, con lo que la cabaña quedó reducida a 10 unidades.

Vuelta a empezar. No puede desfallecer el que tiene la ilusión de conseguir un deseo y situación superior, en definitiva, de conseguir un sueño. En lugar de lamentarse, levantaron la cabeza e iniciaron de nuevo el camino. Con la indemnización recibida y los ahorros que poseían, compraron 46 novillas de tres afamadas ganaderías: Cortijo del Cuarto, granja el Regidor de Granada y granja Tauste Ganadera de Zaragoza. Su idea a partir de entonces fue conseguir ganado selecto, porque llegaron a la conclusión que la selección genética del ganado sería parte sustancial de una ganadería próspera. Por ello también decidieron estar en los foros de explotaciones ganaderas y en 1980 integraron la explotación ganadera en la Asociación Frisona Española (AFA) contando todas sus vacas con su carta de origen. Andrés formó parte de la junta directiva de la rama andaluza, como vocal, y socio de la Federación de Productores Lácteos.

Siguiendo con su idea de que la selección genética debería formar parte sustancial de toda explotación ganadera, acude al concurso-subasta de ganado vacuno del Cortijo del Cuarto con el fin de ampliar su ganadería y mejorar el rendimiento de su explotación. Años más tarde, siguiendo este camino de selección y mejora genética de su cabaña, se traslada a Canadá para comprar 25 novillas. Un grupo de ganaderos le encargan la compra de 19 novillas en esa visita, confiados en el buen hacer de Andrés y de su reconocida seriedad en el sector. Hizo cursos en Zaragoza para aprender a la inseminación artificial y así se encargó de este cometido en la explotación ganadera, hasta que debido a la amplitud que va alcanzando la empresa dejó este cometido en manos de un veterinario. En el año 1990, el ayuntamiento de Fuentes de Andalucía planteó la conveniencia y la idea de trasladar todas las explotaciones ganaderas fuera de las proximidades del pueblo, en bien de la salud pública. Sin esperar las ayudas prometidas, la empresa ganadera compró unos terrenos en el que después sería el parque ganadero.ç

En el año 1993 los hermanos González Lora deciden incorporar a sus hijos a la empresa, al mismo tiempo que deciden diversificar la actividad ganadera introduciendo el ganado cabrío en la explotación. Poco duró esta experiencia ya que dos de los hijos de Francisco deciden abandonar la actividad ganadera y ante el escaso rendimiento de las cabras deciden prescindir de este ganado, procediendo a su venta y con el importe ampliar su cabaña vacuna con reses francesas. Los cuatro integrantes de la explotación ganadera deciden darle forma legal a su explotación y deciden constituir la Sociedad Cooperativa Andaluza Camino del Castillo. A partir de este momento los éxitos de la nueva sociedad ganadera han ido en aumento. Por ejemplo, el reparto de la cuota láctea que hizo el ministerio de Agricultura le asignó un millón de kilos de leche. Tras este hecho van ampliando ganadería con reses francesas e incluso comprando el ganado y la cuota láctea de 650.000 kilos de leche de empresa La Alegría.

Dado el perfil ganadero de la explotación, la fama ganada merecidamente dentro del sector lácteo y los índices de producción que ostenta la explotación fue seleccionada en 2006 por la Xunta de Galicia como ganadería colaboradora en Andalucía para probar y testar machos dentro del programa de trasplantes de embriones. Actualmente esta empresa se ha renovado y el consejo rector está formado por Antonio González Tirado, como presidente; José Antonio González como vicepresidente y Carmen González Tirado, como secretaria. Esta empresa láctea es la de mayor producción al sur de la capital, con 29.000 litros diarios de leche, que alcanza los 35.000 litros en los puntos álgidos. Cuentan con algo más de 1.600 cabezas de ganado en explotación.

Camino del Castillo es una empresa en constante cambio hacia el éxito, de forma continuada desde su creación hasta el presente, debido a que sus fundadores, allá por los años 73 y 74 del siglo pasado, supieron marcarla con un espíritu emprendedor, con una eficiente y eficaz gestión y una marcada visión de futuro aún en los peores momentos vividos. Todo ello se refleja en la diferencia que existe en el inicio de nueve vacas y dos fanegas de tierras arrendadas y la situación actual. Pero tras una obra bien hecha, bien labrada y cincelada existen un hombre o una mujer. En este caso el artífice lleva el nombre de Andrés González Lora, no sólo por su espíritu de colaboración, sino por la humildad y sencillez que rodea todos sus actos, además del esfuerzo, la entrega y dedicación a su obra. Su mentalidad emprendedora y empresarial ha marcado siempre el camino de su vida.

Los fontaniegos debemos sentirnos orgullosos de personas como Andrés, que desde casi el anonimato ha sido siempre un ejemplo de trabajo, dedicación y honradez que ha sabido construir su deseado sueño. Desde aquí pido a todo el que quiera sumarse el solicitar al ayuntamiento el nombramiento de Hijo Predilecto de Fuentes como reconocimiento de su trayectoria por todo el pueblo de Fuentes.