Una gota, con ser poco, con otra se hace aguacero. Eso cantaba Daniel Viglietti en su "Milonga de andar lejos". Y Fuentes ha querido sumar su gota, con ser poco, para convertir en aguacero el rechazo al genocidio que Israel está cometiendo con Palestina ante la mirada indiferente del mundo occidental. Varias decenas de personas han participado esta tarde en la concentración convocada por iniciativa popular fontaniega con el lema "Parad el genocidio". Ha sido en el paseíto la Plancha donde varias voces han dicho que el silencio y la indiferencia hacen cómplices a quienes no levantan la voz para denunciar la tremenda injusticia de esta masacre indiscriminada de seres humanos.

Una de esas voces ha sido la de María Aurora Martín Ruano, que ha resaltado la lejanía y la pequeñez de un pueblo como Fuentes "no impiden que tengamos la necesidad, el deber de alzar nuestra voz indignada ante la tremenda injusticia que vemos día a día en las pantallas, en los diarios. Imágenes que creímos no poder contemplar, pero que están ahí, mostrándonos el sufrimiento, el genocidio de un pueblo que, no olvidemos, lleva más de 70 años sufriendo la violencia, el robo de sus tierras y sus casas por el Estado de Israel".

"Verdad que nada vamos a parar, pero si cada ser humano levantará la voz pidiendo parar el genocidio en Gaza, no habría poderoso capaz de seguir adelante", ha enfatizado, para añadir que "somos parte de esa humanidad a la que pertenece también el pueblo palestino, del que nos separa solo el Mediterráneo. Para María Aurora Martín Ruano, "ese mar está sembrado de cadáveres de emigrantes y que ahora contempla con horror cómo pretenden terminar con un pueblo. No podemos seguir impasibles mirando para otro lado. La historia nos ha enseñado que hay momentos en los que hay que tomar partido, posicionarse, porque de otra manera los que vienen detrás nos podrán acusar de no haber hecho nada, igual que nosotras acusamos ahora a los que no lo hicieron antes".

En el acto han participado Hazem y Basel, dos psicólogos palestinos a los que los ataques les cogieron en Egipto y que, después de su expulsión y paso por Mauritania, han acabado en Sevilla como refugiados. Los dos han relatado la masacre que está sufriendo Gaza, su ciudad, y pedido que nadie se quede sin protestar contra las atrocidades del gobierno israelí. También han intervenido Chari Caballero para leer un texto del escritor Eduardo Galeano y Alejandro Rouge, un joven fontaniego estudiante en la Universidad de Sevilla. Todos han coincidido en decir, con Viglietti, que por pequeña que sea la protesta y por lejano que Fuentes esté de Gaza, es importante alzar la voz contra todas las injusticia, más aún si se trata de un genocidio cometido impunemente contra todo un pueblo.

Sevilla es Tel Aviv sin veneno, Sevilla es Rafah con los niños enteros... ha dicho estos días Manu Sánchez. Hace bastantes más años, el uruguayo Daniel Viglietti escribió que "Los ríos son como venas de un cuerpo entero extendido y es el color de la tierra la sangre de los caídos". Fuentes también quiere hacer que su voz se oíga, aunque sea pequeña y distante.