Era el año 1934 cuando Alonso Román llegó a Fuentes. Como venía de Morón de la Frontera fue nombrado para siempre “el tío Morón”. Vino como encargado de la finca “La Herrería”, cerca de la autovía Sevilla-Madrid, en el término municipal de la Campana, frente al cortijo del Pino. Hacía varios años que había quedado viudo por la pérdida de su mujer, con la que había tenido 4 hijos. Tras unos años viudo, en 1933 se vuelve a casar, esta vez con Rosario Valiente, viuda también y madre de José Toledo Valiente, el que después sería conocido en Fuentes como “José Morón”. Alonso Román fijó su domicilio en la calle Hurtado, actual Pozo Santo. Con Alonso Román vivían su mujer Rosario y sus 5 hijos, la familia del "tío Morón”.
En aquellos años se impuso en el gobierno de la República el llamado Bienio Conservador, de derechas o Bienio Negro, llamado así por los grupos de izquierda, que supuso la paralización de todas las reformas iniciadas en el periodo anterior. El Gobierno paralizó la reforma agraria, suprimió la reforma religiosa, estipuló la amnistía de los encarcelados por el golpe de Sanjurjo y las medidas educativas no se llevaron a cabo por falta de presupuesto. Todas estas acciones provocaron la reacción del pueblo, alentada por la CNT, sucediéndose huelgas duramente reprimidas por la Guardia Civil, el ejército y la Guardia de Asalto, terminando en un gran movimiento huelguístico en octubre, sobre todo en Asturias y Cataluña, duramente reprimido.
José Toledo, que contaba con 13 años, también se vio involucrado en estos asuntos, aunque debido a su edad no intencionadamente. José vivía con un tío suyo en El Coronil, donde acudía regularmente a la escuela. Un día este hombre recibió una aviso del colegio, que le informa de que su sobrino José había llevado a la escuela unos documentos comprometedores. Resulta que el chaval había guardado recuerdos de su padre Francisco, víctima de la epidemia de gripe de 1919. Los papeles lo situaban como un comprometido trabajador en la lucha por las libertades dentro del movimiento anarcosindicalista. Por desgracia, aquellos documentos, que incluían una especie de diario personal del padre, se perdieron.
Por medio de aquellos papeles, José Toledo había conocido las injusticias del momento y tenía ya inoculado en su pensamiento el objetivo de la lucha obrera. Faltaban dos años para el golpe de estado de Franco y la posterior guerra civil. José Toledo vive así la guerra civil y la represión franquista de tan doloroso recuerdo en Fuentes. Las vivencias colectivas y personales van afianzando de manera clara su decisión de lucha por las libertades y contra el fascismo imperante. Esta toma de conciencia comprometida lo complementa con su desarrollo personal al casarse en 1947 con Dolores Román, una de las hijas del “tío Morón”. Al desconocer que eran hijos de matrimonios distintos, por el pueblo corrió el rumor de que se habían casado dos hermanos.
El nuevo matrimonio establece su vivienda conyugal en la calle Cerrojero (actual Águilas). Habían dejado la finca "La Herrería". Realmente los echaron una vez que su dueño logró aprender del “tío Morón” la manera de llevar las tierras. De ahí que empezaran a arrendar tierras en los Cerros de San Pedro y en Malaver y a dedicarlas al cultivo del cereal. Incluso llegaron a comprar cinco fanegas en la Llana, donde pusieron en marcha el cultivo de algodón por regadío. En 1949 nace su primera hija, Ana y cuatro años después, Paco. En 1964 nace Charo. Tres años antes, en 1961, había fallecido el “tío Morón”.
Son años de intensa actividad política clandestina dentro de la lucha antifranquista que lideraba el Partido Comunista de España. Es el momento de escuchar Radio España Independiente -la Pirenaica-, de reuniones de madrugada en la finca de la Llana, de encuentros clandestinos en el bar del Catalino, de miedos familiares por la vigilancia de la Guardia Civil y los municipales -cuántas noches en vela de Dolores Román junto a su hija mayor Ana esperando la llegada del marido y padre junto a la ventana de la salita que daba a la calle-. Años de trabajo callado y constante de Rosario, la madre de José, tratando de convencer al comandante del puesto de la Guardia Civil de que su hijo no era un delincuente. Vano esfuerzo en tiempos de opresión ideológica.
El Partido Comunista y las nacientes Comisiones Obreras en los años sesenta pusieron en marcha el proyecto político de introducirse en los órganos institucionales del franquismo con el fin de beneficiar a la clase trabajadora desde dentro. Los votos de los jornaleros de Fuentes auparon a José Toledo a presidir durante dos años (1967 y 1968) la Cámara Agraria Local, poniendo en marcha actuaciones que beneficiaron las condiciones de trabajo en el campo: mejoras salariales, tiempo de descanso, acceso a la propiedad agrícola -parcelas de colonización del Bajo Guadalquivir- y mejora en las relaciones entre terratenientes y jornaleros.
Los años siguientes (1969, 1970 y 1971) fueron de emigración a Francia para la temporada de vendimia y del espárrago. Cuando mis padres y mi hermana Ana se iban a trabajar a Francia, nos quedábamos solos mi hermano Paco, mi abuela y yoolos, dice Charo. Estaba claro que teníamos que emigrar todos los años concluye Anan 1972 la familia en pleno se marcha a Trajano, poblado de colonización del IRYDA (Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario).
Convertirse en colono fue un reto para José Toledo, que así pudo poner en práctica muchas de las ideas que había trabajado en Fuentes respecto a la organización y funcionamiento asambleario. En Trajano, ya en democracia, motivó y consiguió que la Junta de Colonos se convirtiera en un órgano de gestión y de decisión de las necesidades del poblado. Estuvo vinculado a la creación de la UAGA (Unión de Agricultores y Ganaderos de Andalucía) Propició que se fuera creando un espíritu de apoyo mutuo entre parcelistas que, andando el tiempo, dio origen a las cooperativas agrícolas de la zona del Bajo Guadalquivir, actualmente presentes en su actividad de concentrar los esfuerzos comunes de los agricultores y contra el abuso monopolístico de las grandes empresas del sector fitosanitario y químico.
Todo empieza a flaquear en su vida personal cuando en 1985 fallece Dolores, su compañera de toda la vida. A pesar de todo, continuó adelante con todo aquello que significara la defensa de sus ideales comunistas, aunque la vida real y los acontecimientos del fin de la era socialista, significada con la caída del muro de Berlín en 1989, le hizo entrar en un proceso lento y largo de desconexión con las personas a las que tanto había dado y que no estuvieron a la altura de reconocer su labor. Su círculo más cercano se fue diluyendo en el olvido, quedando sus hijos y sus nietos para mantener la lucidez de sus ideas hasta el final. Falleció en 2012 dejando hondos recuerdos en todos aquellos que lo estimaron. Agradezco su colaboración a los hijos de José: Ana, Paco y Charo Toledo Valiente.