Treinta y cinco años enseñando en Fuentes dan para haber visto pasar por las aulas a muchos alumnos. Francisco García Crespillo, Paco Crespillo, profesor fontaniego, impartió clases un año en el colegio Santa Teresa, veinticuatro años en Santo Tomás y diez años en el instituto Alarifes Ruiz Florindo. Casi na. Tanto, que la enseñanza actual tiene poco que ver con la de entonces. La trayectoria profesional de Paco Crespillo abarca un extenso periodo que arranca en 1975 concluye en 2010, cuando se jubiló como director del instituto.
Pregunta.- ¿Cómo ha evolucionado la enseñanza durante todo ese tiempo?
Respuesta.- Cuando empecé, el tipo de enseñanza era primordialmente memorístico. Si tenías buena memoria, obtenías buenas notas. Más tarde se trabajó más la comprensión del texto y la explicación escrita y oral de lo estudiado. Hoy se busca que el alumnado sepa utilizar la información que le llega desde distintos lados: profesorado, libros, ordenadores, redes sociales... e intente conformarse una opinión sobre lo tratado.
P.- ¿Y los alumnos?
R.- Al principio se estaba en una situación social en la que se valoraba mucho "la autoridad". El alumnado lo que tenía que hacer casi siempre era "obedecer". Y muchas veces "porque lo digo yo", sin explicaciones. Más tarde, la sociedad fue cambiando, las decisiones de cualquier tipo se explicaban. Hoy hay varias formas de expresar su descontento y opinión distinta.
P.- ¿Tú crees que hemos pasado del "porque lo digo yo" a la falta de respeto del alumnado?
R.- Hoy hay suficientes medidas y legislación para cuando se sobrepasa la raya del respeto en el aula. Pero lo más importante es que el profesorado se haga respetar. No vale encogerse de hombros y que otros solucionen el problema.
P.- ¿Podría ser que haya una generación en la que hay pocas explicaciones y muchos deberes?
R.- La enseñanza actual en gran parte es "aprender haciendo". Si se quiere saber de dónde sale el aceite de oliva, se busca información en los libros, en internet, en la familia y se refleja en un escrito, una cartulina, una exposición oral, etc. Un aspecto importante a tener en cuenta es que el trabajo se haga en equipo.
P.- ¿Entre las clases y los deberes, a los jóvenes se les pasa la juventud encerrados?
R.- No creo que se pasen tanto tiempo encerrados. Los padres apuntan a sus hijos e hijas a muchas actividades de todo tipo.
P.- ¿Qué opinas de que los profesores después tengan que hacer oposiciones y, aunque aprueben, si no sacan nota y no trabajan, tengan que volver a repetirlas?
R.- Manuel, los tiempos han cambiado mucho. Yo terminé la carrera en junio y en septiembre estaba trabajando en Santa Teresa. Y allí estabas tú en sexto. Al final de ese año aprobé la oposición y pasé a trabajar en Santo Tomás. Más tarde me fui al instituto Alarifes Ruiz Florindo y allí me jubilé. Dos apuntes más que me gustaría que reflejaras en la entrevista: Estando en Santo Tomás, por indicación mía, se cambió la asignatura de lengua extranjera de Francés a Inglés. Luego se instaló en otros centros de enseñanza. Por último, siendo director del instituto, colaboré para que se instalaran los ordenadores en todas las aulas.