El centro de acogida de ucranianos de Fuentes perderá en breve a ocho de sus actuales habitantes, que pasarán a vivir en casas de alquiler con ayuda del Comité Español de Ayuda al Refugiado (CEAR). Son los ocho integrantes de dos familias, algunos de cuyos miembros han conseguido trabajo y pueden iniciar una trayectoria vital con mayor independencia. Están en proceso de buscar casas de alquiler en el mismo Fuentes, aunque trabajan en Écija. Una de estas familias es la que recientemente dio a luz a una hija en Fuentes.

En el centro de acogida del antiguo convento de las Mercedarias quedarían así, de momento, sólo seis ucranianos, de los que al menos dos han expresado su deseo de marcharse a lugares donde tengan más oportunidad de empleo que Fuentes. Han sido numerosos los refugiados que han pasado un tiempo en el centro de Fuentes desde su apertura hace seis meses y que, por causas diversas, han elegido marcharse a ciudades o volver a su país. Dos de los que quieren irse sueñan con instalarse en la provincia de Málaga.

Entre los propios refugiados circula el rumor de que el centro de acogida va a ser cerrado. Sin embargo, el alcalde de Fuentes, Francisco Martínez, asegura que el ayuntamiento y el CEAR están en proceso de negociación para renovar el convenio firmado hace seis meses y que vence ahora. La intención de ambas instituciones es renovar el acuerdo e incluso ampliar la oferta de plazas de acogimiento a refugiados procedentes de otros conflictos bélicos. Por lo tanto, aunque el centro ha registrado un considerable descenso de acogidos, lo previsible es que vengan a Fuentes nuevas familias que huyan de la guerra.

Los cambios coinciden con las obras previstas para instalar en el mismo edificio un centro de día de mayores, incluido en el acuerdo firmado en su momento con las Mercedarias. El centro de día utilizará tres estancias del convento (almacén, cocina y conserjería) que actualmente son empleadas por los refugiados. El único problema lo plantea la cocina, puesto que la conserjería y el almacén pueden ser modificados para la nueva finalidad. Para la cocina se está buscando un nuevo espacio en la zona del claustro que ahora se emplea como alojamiento.