Desde este sábado, el PSOE de José María Chacón tiene por delante cuatro años para preparar las oposiciones de 2027. En política, como en la vida, cuatro años pueden parecer una eternidad o un suspiro. Según se mire y según cómo sea el día a día. En la oposición el tiempo discurre desesperantemente lento. En el gobierno, trepidantemente rápido. El cronómetro ha empezado la cuenta atrás para ambos. Seis concejales tiene el grupo municipal de Chacón, tres mujeres y tres hombres. José María Chacón, Sonia González, Antonio Ruiz, María Carmen Muñoz, Manolo González y Gertrudis Llamas.
La gestión del tiempo es crucial en política. Tan crucial como la gestión del presupuesto, el programa (las promesas) o las ilusiones de la población (escasas, todo hay que decirlo). Para el PSOE, la lentitud del tiempo juega en contra. Al gobierno municipal le ocurre lo contrario: es la velocidad del cronómetro lo que juega en su contra. Claro que el Gobierno tiene un as muy importante: el dinero. La política se hace con el presupuesto y todo lo demás son cuentos. El reto para Chacón es, sin presupuesto, cómo mantener la presencia y la relevancia política a lo largo de cuatro interminables años. Cómo mantener cierta actividad y el buen estado de ánimo en un espacio dominado de forma absoluta (por la mayoría que ostenta y por el control del presupuesto) por el alcalde de Nueva Izquierda y su equipo.
El reto principal de Chacón es cómo mantener viva su presencia en la política local, sobre todo después de las prolongadas ausencias de su antecesor. Tiene que encontrar tiempo para compaginar la tarea municipal con su trabajo en el equipo de salud mental de Carmona, su voluntariado en la Cruz Roja, su vida familiar y su ayuda al hermano en el boyante negocio de la Puerta del Monte. Muchos frentes a un tiempo. El segundo reto en importancia es encontrar un nuevo tono para su discurso de oposición, que no va a ser ni bronco (no es su estilo) ni puede ser blando. Tiempo tiene de sobra para crear su propio estilo.
Chacón no lo va a tener fácil, aunque parte desde mejor posición que su antecesor al frente del grupo municipal socialista, Manolo González. Seis concejales pueden más que cuatro. Dispone de más efectivos, con mucho mejor estado de ánimo y motivación, fruto de la subida de respaldo popular. Pero los seis concejales del PSOE se adentran en un largo camino, por un territorio árido y complicado donde el adversario maneja la agenda política y el dinero, controla la información y acumula años de experiencia. Dos equipos frente a frente, seis contra siete. Nueva Izquierda juega en casa y con capitán veterano en la competición. El PSOE juega en terreno extraño y con capitán inexperto.
El balón echará a rodar este sábado en el salón de la Huerta, aunque el partido se desarrollará en los despachos del renovado edificio de la plaza de España. Tres mujeres y tres hombres forman la escuadra opositora. Son José María Chacón, casado y con dos hijos. Nuevo en la política, necesita tiempo para hacerse con las claves del oficio. Monitor de atención en salud mental en el centro de Faisem de Carmona, hijo de Domingo Chacón, fundador y presidente de la Cruz Roja de Fuentes hasta hace unos días. Su talante es conciliador, pero tiene respaldo de algunos que lucen espolones.
La número dos del grupo municipal socialista es Sonia González, profesoras del colegio Santa Teresa. Casada y con dos hijos. Repite mandato después de cuatro años de concejala. Al contrario que Chacón, cuyo padre fue concejal hace años, Sonia González no presenta tradición política familiar, cosa hasta cierto punto rara en un pueblo como Fuentes. Lleva 18 años en la docencia.
Nuevo en la política municipal es Antonio Ruiz, tercer concejal elegido en la lista del PSOE. Casado, con un hijo y con un nieto, Ruiz sí presenta pedigrí político familiar. Su abuelo fue militante republicano. Ruiz asegura que entra de lleno en la política porque ahora tiene tiempo debido a una baja por enfermedad. Nacido en Fuentes, ha estado 12 años emigrado en Alicante. Ha sido encargado de obras en una importante cadena de supermercados.
De la emigración procede también la cuarta elegida, Mari Carmen Muñoz, nacida en Barcelona hija de padre fontaniego y madre santanderina. Nacida en Barcelona, pero lleva en Fuentes casi toda la vida. Nada menos que 31 años. Tiene dos hijos es contable y lleva las cuentas del negocio familiar, al tiempo que espera ser llamada de la bolsa de empleo del Servicio Andaluz de Salud. Maria Carmen ya fue concejala entre 2007 y 2011 cuando sustituyó a Domingo Chacón.
El quinto de la lista es el más conocido de los concejales socialistas, Manolo González, que ha encabezado la candidatura del PSOE tres veces: en 2011, 2015 y 2019, con diferente suerte, aunque en ninguna consiguió la alcaldía. De profesión, la política. Ahora tiene empleo en una empresa pública de la Diputación. Soltero "casi de profesión", bromea. De familia le viene la vocación política. Su padre es Fernando Rebustiano, histórico militante del PCE. Manolo ingresó en el PCE con doce años. Luego, en 1988, Rebustiano padre y Rebustiano hijo ingresaron en el PSOE.
De casta también le viene la política a la sexta concejala elegida por el PSOE, Gertrudis Llamas, casada y con dos hijos. Repite por segundo mandato consecutivo. Es auxiliar de enfermería y trabaja en la ayuda a domicilio de Marchena. Desde chica le han hablado de la necesidad de mojarse en la política de la izquierda, de los derechos y de la igualdad.
Mañana: Un alcalde (y seis concejales) en el cielo de Fuentes.