Aunque cuesta verla, la Cruz Juan Caro está donde siempre. Lo que es una pena es que uno de los espacios más representativos y privilegiados de acceso a Fuentes esté tomado por un bosque de señales e indicadores de tráfico. Bosque que nadie parece ver.
Suele ocurrir que de tanto pasar por un sitio nos acostumbremos a verlo siempre de una determinada manera y nos parezca lo más natural del mundo. No nos damos cuenta de lo mal que está. Hasta hace poco ocurría con la Puerta el Monte, por fin recuperada para el disfrute de todos nosotros.
Ahora le toca a la Cruz Juan Caro, que está pidiendo a gritos que se lleven las señales de tráfico a otro sitio. Además de un limpiado. Arreglo fácil, barato y vistoso.