Las playas de Tumbes, en el norte del Perú, justo en el límite con Ecuador, atraen en verano a miles de turistas deseosos de relax y buena comida. Eso los ricos, mientras la mayoría no tiene acceso a las condiciones de vida a las que aspira. Por eso emigran. De allí llegó a Fuentes Shyntia Hidalgo, mujer vivaracha, de fuerza inagotable y acogedora que se casó con el fontaniego Carlos Barea, han tenido dos hijos y establecieron su hogar en la calle Águilas. Trabaja en la pizzería A Tavola y sonríe, siempre sonríe.
Pregunta.- ¿Qué te trajo a Fuentes?
Respuesta.- Me vine a buscar un mejor progreso. Me gusta disfrutar, viajar, conocer nuevos lugares y terminé eligiendo España. Al final, me quedé a vivir aquí. Primeramente, llegué a Sevilla, una ciudad muy hermosa. Por supuesto, al conocer a mi esposo, estoy actualmente viviendo con él en Fuentes de Andalucía, un pueblo encantador por su gente y por estar rodeado de una naturaleza agradable y abundante. Aquí me siento muy a gusto. Me acogieron sin condición alguna unas bellas personas que fueron mis suegros, hoy tristemente fallecidos. Que en paz descansen. Ellos eran encantadores y agradables personas, Don Antonio Barea y doña Trinidad Hidalgo García. Nunca olvidaré su recibimiento con tanto amor que me brindaron, gracias a ello tengo lo que tengo: un lindo esposo y una hermosa familia.
P.- ¿Y por qué elegiste Fuentes?
R.- Yo no elegí Fuentes para vivir, fue Fuentes el que me eligió a mi, Jejeje. Yo vivía en Sevilla, donde conocí a Carlos a través de una red social, nos enamoramos y así fue como decidí quedarme a vivir en este bello pueblo. Aquí me siento muy a gusto, acogida por su sencilla y acogedora gente. ¿Cómo no estar a gusto en Fuentes si es el pueblo más bonito y con hermosas costumbres y fiestas tradicionales?
P.- Aquí estás muy a gusto, pero qué echas de menos de tu tierra.
R.- Echo de menos las costumbres y tradiciones de mi tierra natal, también la facilidad de obtener la fruta a muy bajos precios. Echo de menos el marisco porque soy de tierra costeña, con buenos puertos, un clima totalmente tropical y, por supuesto, a la familia, ya que aquí solo tengo a mi hermana.
P.- ¿Qué tienes aquí que allí no tenías?
R.- Lo bueno de aquí es que tengo las comodidades difíciles de obtener allí, como son una vivienda bien amueblada y llena de electrodomésticos. En mi país solo los pudientes o la gente con profesión pueden conseguir.
P.- ¿Hay racismo aquí?
R.- Nada de racismo (en Sevilla capital algunos amigos eran rechazados simplemente por ser negros). En Fuentes nunca he sentido ningún tipo de actitud racista. Es más, siempre he tropezado con gente demasiado buena que ha hecho que me sienta como en mi propio país natal.