La bendición de Berenice ha dejado hasta ahora en Fuentes cincuenta litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. Berenice es la borrasca que en este momento atraviesa Andalucía de oeste a este regando campos y aportando abundantes hectómetros cúbicos de agua a los embalses de Sierra Morena. Cincuenta "litrazos", ha exclamado un mayete rebosante de satisfacción. Más de cincuenta litros en muchos puntos de la campiña y, lo que es aún más llamativo, 121 litros sobre el pantano de Bembézar y 101 litros en el Retortillo. Los datos, facilitados por el Consorcio de Aguas, son de las 13 horas de este sábado, cuando seguía lloviendo de forma copiosa tanto en la campiña como en la sierra.

La estación meteorológica de Fuentes había registrado 52,2 litros a las 11 de esta mañana. Mejores aún son los datos aguas arriba de la cuenca de los dos embalses que surten a los pueblos del Consorcio: en varios puntos han llegado a caer 150 litros. Esas lluvias han servido para saturar los campos y para que hayan entrado ya más de dos hectómetros cúbicos en los embalses, lo que no es más que un adelanto de lo que se espera en las próximas horas. El Bembézar y el Retortillo, con 137 hectómetros cúbicos, tienen cubierta en este momento el 35 por ciento de su capacidad, cuando el año hidrológico no ha hecho más que empezar.

El optimismo es generalizado, tanto entre los agricultores como entre los responsables del Consorcio, que hablan de que históricamente han terminado los ciclos de sequía cuando empieza a llover en octubre. Ocurrió con las sequías de los años ochenta y noventa del siglo XX. La esperanza es que el fenómeno se repita en los veinte del siglo XXI. Ha empezado a llover cuando tenía que hacerlo, principios de octubre, abundantemente y lo mejor es los pronósticos anuncian que va a seguir haciéndolo al menos hasta el próximo miércoles o el jueves. De ser así, casi todo el agua que venga, dada la saturación de las tierras, irá a parar a los embalses a través de las escorrentías.

El año pasado llovió algo en octubre, pero no en noviembre ni el diciembre. Sólo los aguaceros de la Semana Santa sirvieron para eludir la grave situación que sufrían los embalses. De momento han sido suspendidos los riegos, previstos hasta el día 15, lo que supone también un importante ahorro de recursos. Las lluvias han provocado numerosas incidencias de carácter menor por pequeñas inundaciones en algunas calles. Una vivienda de la calle Cerrojeros ha precisado ayuda por la rotura de la tubería ocasionada por la presión del agua. El ayuntamiento mantiene el dispositivo de emergencia, compuesto por 23 personas, hasta las seis de esta tarde.