Según el Instituto Nacional de Estadística en su estudio sobre Indicadores Urbanos de 2022, once de los quince barrios más pobres de España están en Andalucía, seis de ellos en Sevilla, cuatro en Córdoba, uno en Málaga. A su vez once de los quince barrios más ricos están en Madrid. La renta media anual por habitante de alguien que vive en el barrio más pobre de España, Polígono Sur (Sevilla), es de 5.666 euros; la de quien vive en el más rico, El Viso (Madrid), es de 41.107 euros, siete veces más. La Agencia Tributaria, en su estadística de IRPF por código postal, indica que la renta disponible por habitante en las capitales andaluzas oscila entre los 23.737 euros de Granada y los 20.535 euros de Huelva. La media de las capitales andaluzas es de 22.093 euros, en tanto la renta media en Madrid es de 30.894 euros, un 28,5% más.
El efecto capitalidad de Sevilla respecto del resto del territorio andaluz no existe, o no es como el de Madrid respecto de resto del estado. Si así fuese Sevilla tendría el menor número de barrios pobres de Andalucía y el mayor de barrios ricos, así como una renta media muy superior a la del resto de capitales andaluzas, como Madrid respecto de España. Es evidente que, con estos datos, la capital de Andalucía no está privilegiada respecto del resto de capitales andaluzas.
Los datos de desempleo de las capitales andaluzas al terminar 2022 oscilan entre el 15,83% de Jaén y el 24,57% de Cádiz. La media de las capitales andaluzas está en 19,89%, la tasa de paro de la ciudad de Sevilla, 19,08. La tasa de paro de la ciudad de Madrid es 7,56%. Las capitales andaluzas y la propia capital de Andalucía, Sevilla, tienen una tasa de paro más de 12 puntos superior a la de la ciudad de Madrid. Con el paro también observamos que no hay efecto capitalidad dentro de Andalucía, sí lo hay de Madrid respecto de nuestras ciudades. Si indagamos en otros indicadores socioeconómicos: riesgo de pobreza, desigualdad económica, tasa Arope, PIB per cápita, paro juvenil, encontraremos que Andalucía, a parte las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, es siempre última o penúltima respecto del resto de comunidades.
Los discursos triunfantes del presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, que gobierna ya más de cuatro años, chocan con la realidad. Igual que chocan con los datos las acusaciones de privilegio a Sevilla por ser capital de Andalucía. Los males estructurales de nuestra tierra se deben a una economía colonizada, no a que unas provincias roben a otras, o que la capital robe al resto, como sí hace Madrid respecto de toda Andalucía. El poder político andaluz, del PSOE al PP, lo que ha hecho es canalizar nuestro capital político, humano, ambiental, territorial, energético, y monetario a otros lugares de España, principalmente a la capital del reino. Es ese poder, PSOE antes PP después, el responsable de la desigualdad estructural de Andalucía respecto de Madrid, Cataluña o Euskadi.
Y sí, Andalucía ha mejorado en los últimos 40 años, solo faltaba. Pero ha empeorado en términos relativos. Andalucía es el barrio pobre de Madrid. Habrá que decir alguna vez ¡basta ya! Necesitamos más poder andaluz.