En las dos últimas semanas hemos asistido los españoles a un verdadero espectáculo en las cortes españolas. Se supone que este órgano, el más importante del Estado ya que es el único que ostenta la soberanía popular, único de donde emanan todos los poderes, debe ser un ejemplo para el resto de los españoles. Pero nosotros ciudadanos de a pie nos quedamos atónitos cada vez que los congresistas aprueban una ley o someten al Gobierno a un control, con ruegos y preguntas sobre los temas y preocupaciones que nos afectan a nuestra vida diaria. Generalmente, estas sesiones de control se producen los miércoles, un día después de la sesión del consejo de ministros.

El mes pasado, 18 de septiembre, se produjo un gran guirigay con motivo de la aprobación en el Congreso de una reforma legal que permitirá a los presos condenados en otros países de la Unión Europea sumar las penas cumplidas en el extranjero al cómputo total en España. Esta modificación respondía a la necesidad de incorporar una directiva europea de 2008 que obliga a todos los estados miembros a reconocer las condenas impuestas en otros países de la UE. Directiva que ya había sido parcialmente incorporada en 2014 durante el gobierno de Mariano Rajoy, pero con una restricción para dejar sin efecto a los miembros de ETA, que ahora ha sido eliminada por una enmienda de Sumar.

La ley fue tramitada por el Gobierno de forma urgente, pero permitiendo enmiendas parlamentarias. Durante el proceso, Sumar introdujo una enmienda que derogaba la disposición adicional introducida por el Gobierno de Rajoy en 2014, que afectaba sólo a los presos de ETA. Los demás partidos no presentaron ninguna enmienda. Todos los partidos, por tanto, votaron a favor del texto en la comisión de Interior y en el pleno del Congreso, que aprobó la norma por unanimidad. Tras su aprobación, el PP junto a Vox, cambiaron de postura y rechazaron la norma aprobada aludiendo que habían sido engañados por el Gobierno.

Hasta aquí el relato de los hechos. Ahora reflexiono y pienso. Los diputados, personas formadas, casi todos con carreras universitarias, la mayoría con títulos universitarios en Derecho, que durante su formación habrán leído y releído multitud de leyes y disposiciones, no han sido capaces de ver y analizar el contenido de lo que aprobaban. En qué utilizan su tiempo en las cortes. Suponemos que sus altos sueldos deberían servirles para dedicarse en cuerpo y alma a analizar, leer e interpretar aquello que van a aprobar y que nos afecta a los ciudadanos de a pie, que confiamos en ellos para que hagan bien su labor, su trabajo.

No queremos las pataletas a las que nos tienen acostumbrados, como si se tratase de niños mal educados y sin saber respetarse unos a los otros. Queremos gente seria, gente que cumpla con su deber, como algunos de ellos dirían con su sagrado deber de defender la patria. A aquella situación que ha durado hasta estos días se ha venido a sumar la imputación del exministro Ábalos y del fiscal general del Estado. La sesión de control al Gobierno de esta semana se ha convertido en un combate dialéctico para mostrar quién es más corrupto, si el PSOE o el PP. Los españoles ya nos hacemos una idea de los corruptos y los no corruptos y nos viene a la cabeza la frase “quien esté libre de culpa que tire la primera piedra”. En lugar de preocuparse sus señorías de los verdaderos problemas de muchos españoles y españolas que el día anterior salieron a la calle en numerosas ciudades reclamando sobre los excesivos precios de los alquileres que tienen que pagar, se dedicaron a ver quiénes eran los primeros corruptos. “Y tú más", como niños en el cole.

Yo me acuerdo que hubo una época en la que los militantes de un partido se cambiaban de chaqueta y se pasaban a otro. Les llamaron tránsfugas y como les afectaba llegaron a un acuerdo. Los tránsfugas no podían ostentar cargos públicos en el partido al que llegaban. Tenían que pasar unos años para poder acceder a las listas de candidatos. Lo mismo pueden hacer ahora. El corrupto, desde el momento en el que le imputen algún delito debe ser apartado de los cargos que ostente y del partido y no encubrirlo. Así nos demostrarán los dos partidos, que serán los que se turnen en el gobierno de la nación, que desean y luchan por la honradez y persiguen el delito. La virtud se demuestra andando, porque la mujer del cesar no sólo tiene que ser honrada, sino también parecerlo.

Durante mucho tiempo enseñé a mis alumnos y alumnas en los debates sobre algún acontecimiento histórico que debían ser respetuosos con los otros a pesar de que sus pensamientos no fuesen iguales e incluso fueran contrarios. La verdad es muy subjetiva y puede variar en momentos, según cambien las circunstancias. Sus señorías deben aprender a entregarse a la búsqueda de las leyes que beneficien por igual a todos los ciudadanos y a la búsqueda de la justicia y la equidad entre todos, buscando así la solidaridad e igualdad de los españoles, alejándose del circo mediático a que diariamente nos someten.

Como lo malo se trasmite, esta forma de hacer política se ha trasladado a los parlamentos de las comunidades, incluso a la andaluza. En estos días ha tenido que intervenir el presidente de la cámara para que un diputado quitase del libro de sesiones unas palabras ofensivas para otro diputado. Ante la negativa de hacerlo, optó él mismo por retirar las palabras ofensivas. Los niños de las escuelas son más comedidos en sus relaciones con los demás.