Estimado Juan, antes que nada te pido que respetes la libertad de expresión y el derecho a la crítica de los colaboradores de Fuentes de Información. Como responsable de este medio tengo el deber de defender a quienes ayudan de forma desinteresada y generosa a la existencia de un espacio de información y opinión libre. El apelativo de estimado refiriéndome a ti sabes que no es mera retórica. Desde que te conozco he valorado tu trabajo, tus conocimientos, tu estilo literario y tus opiniones. Lo sabes porque te lo he dicho reiteradamente. Como te he invitado a escribir en el periódico, no una vez, ni dos ni tres. He intentado que tuvieras un espacio semanal como otros fontaniegos y otras fontaniegas relevantes. No lo he conseguido sencillamente porque no has querido. Sorprendentemente, prefieres expresarte a través de las redes sociales. Digo sorprendentemente porque muchas veces te has mostrado asqueado de los contenidos que circulan por ellas.

El periódico que impulsé hace ya cuatro años tiene como único fin abrir en Fuentes un espacio de información y opinión bajo las premisas del rigor, la ponderación y el sosiego, valores que brillan por su ausencia en las redes sociales. Este medio ni busca ganar dinero -ni se vende ni inserta publicidad de ningún tipo- ni pretende promocionar a ningún personaje, ni mucho menos arrimar votos a ningún partido político. Porque la transparencia sobre las intenciones es elemental para la credibilidad de cualquier medio de comunicación, el editor de Fuentes de Información ha puesto desde el primer día sus cartas sobre la mesa: tendencia progresista, defensa de los derechos humanos, igualdad de género, andalucismo, solidaridad con los desfavorecidos y compromiso con lo público, el medio ambiente y el diálogo constructivo. Y libertad, sin ira, libertad. Es lo menos que debe despacharse -y no es poco- en el colmado periodístico.

Ésas son las banderas. No hay otras, Juan, y lo sabes de sobra. Fuentes de Información no se ha convertido en "agujero de tronera contra el Ayuntamiento", como afirmas en Facebook. Lo que no hace Fuentes de Información es practicar la censura contra una de las colaboradoras que fielmente acude cada martes a la cita con sus lectores y lectoras. Unas veces escribe de feminismo, otras de literatura, de historia o de lo que sale de la sesera, que para eso la tiene. Con aciertos y sin aciertos, con sus fobias y sus filias, como tenemos todos.

Este periódico lleva cuatro años intentado ser un espejo en el que la gente de Fuentes se mire y se reconozca, se enorgullezca y crezca humanamente. No siempre lo hemos conseguido, por supuesto. Errar es de humanos. Pocas veces ese esfuerzo ha sido reconocido por unos y otros, en parte porque muchos de los valores citados más arriba han ardido en la hoguera de las vanidades locales, los odios enquistados y los intereses bastardos. El diálogo constructivo naufraga en este pueblo de manera incomprensible y a una velocidad de vértigo. No le corresponde a este periodista señalar culpables, pero el clima político es cada día más irrespirable. Dices que Fuentes avanza y progresa, que es un referente en calidad de vida y en políticas sociales. No lo dudo, pero de lo que estoy seguro es de que, de un tiempo a esta parte, no disfrutamos del mejor ambiente político.

El deterioro viene de lejos y ha adquirido tintes grotescos con el anuncio de la planta de biogás. Este periódico ha traído a sus páginas distintos puntos de vista sobre la instalación de la planta de biogás, unos a favor y otros en contra. Cuando la voz era contra la planta, del ayuntamiento llegaban acusaciones de que el periódico había tomado partido. Cuando la voz era favorable a la planta, de la otra parte nos señalaban como vendidos al ayuntamiento. Cuando ocurre una cosa así es que el periodismo goza de buena salud. Este periodista ha intentado analizar la situación sin apasionamiento ni prejuicios dando la voz a personas conocedoras de la materia y en un artículo propio publicado el pasado día 9 de febrero. Artículo que concluía con una propuesta de acuerdo para crear una comisión de seguimiento y vigilancia del proyecto. El ambiente político no lo ha permitido porque, sencillamente, en Fuentes impera el enfrentamiento y la descalificación del adversario.

Un poco de calma, de sensatez, de diálogo y de cintura política harían mucho bien a Fuentes en este momento. Bastante histeria política tenemos ya de la Cruz Juan Caro para arriba, ¿no? El pensamiento crítico es fundamental para romper la deriva fascista que nos amenaza, querido Juan. Lo hemos hablado más de una vez. Pero, ¡ay del que me critique! En democracia, la respuesta a las críticas se ejerce mediante la réplica y este periódico ha estado, está y estará abierto a las críticas y a las réplicas. Como no puede ser de otra forma. Todavía tiene que llegar el día en el que un artículo recibido por este editor haya sido rechazado. La única censura admitida en esta casa se aplicaría ante el insulto -cosa que no ha ocurrido- o el ataque a los valores democráticos. El día que me vea forzado a rechazar un artículo crítico dejaré de hacer Fuentes de Información.

En conclusión, estimado Juan, los colaboradores de este periódico van a seguir teniendo absoluta libertad de opinión, como libertad tienen los lectores para leernos o no leernos. Entiendo, querido Juan, que no te apetezca escribir aquí -antes lo has hecho con absoluta libertad- pero deja que escriba quien quiera y lo que quiera. En fin, espero tu comprensión y te hago saber que sigues teniendo las puertas abiertas para cuando decidas volver.