Los amigos de la tertulia cofrade El Sahumerio hemos querido volver a organizar una zambomba en Fuentes. Y dónde mejor que en un escenario de la tipología más característica de una casa fontaniega, el patio tras una portada tardobarroca atribuida a Alonso Ruiz Florindo de Carmona, en la casa de la esquina de la Carrera con “la plancha” o Plaza de Santa María la Blanca. El centro del patio lo ocupa la candela que Hilario Humanes prepara con todo el cariño y todo lo envuelve la música de un grupo procedente de Coria del Río, la Zambomba de la Ribera, que con sus cantes y profesionalidad nos transportan desde el Guadalquivir al sur de nuestra provincia y a la campiña jerezana.
Pero los verdaderos protagonistas de la zambomba flamenca son sus participantes, que con cantes, guitarras, cajón flamenco y panderetas sumamos espontaneidad y alegría para todos los que allí vivimos una noche para el recuerdo. Acompaña al cante el baile, pero eso sí, falta a la cita el instrumento de la zambomba, originaria del congo y que apareció en Andalucía allá por el s.XV. Seguro no faltará en muchas ocasiones venideras y que prolongará con su ronco sonido hasta altas horas de la madrugada e incluso el amanecer la alegría de disfrutar juntos una nueva Navidad.
El origen de la zambomba flamenca parece que data del siglo XVIII, cuando vecinos y amigos se reunían en los patios comunes de las casas para elaborar los dulces navideños y otros preparativos para las fiestas. Para combatir el frío, estas reuniones se amenizaban alrededor de una hoguera y, por el carácter popular de los patios donde se celebraba, acompañados con cante, baile y palmas. Con el paso del tiempo, a lo largo del siglo XX se incorporan los villancicos tradicionales a ritmo de bulerías, consolidando esta fiesta en todos los rincones de Andalucía. Es extraña la ciudad o el municipio donde una peña o asociación de vecinos, cofradía o ayuntamiento no organice una zambomba flamenca para celebrar el inicio de la Navidad.
Normalmente sus celebraciones comienzan alrededor del día de la Inmaculada Concepción, la fiesta del 8 de diciembre. En las plazas y frente a una hoguera, que ayuda a mantenerse caliente en las frías tardes del invierno, se acompaña de dulces típicos navideños como los buñuelos, los mantecados, los alfajores o los roscos de vino. Esta fiesta se encuentra muy arraigada en la zona de la campiña jerezana y en la provincia de Cádiz, en general, donde cada año podemos encontrar innumerables zambombas flamencas en todos sus pueblos gracias a la transmisión oral de sus vecinos. Pero no sólo en Cádiz tiene fuerza la zambomba: en el sur de la provincia de Sevilla, desde Lebrija hasta Coria o la Puebla del Río, tanto la zambomba como el flamenco tienen una honda tradición.