La primera imagen que existe de Fuentes es un dibujo realizado por Pier Maria Baldi, arquitecto y pintor barroco italiano que acompañó a Cosme de Médici, duque de Toscana, en el viaje que realizó por España, Portugal, Francia, Bélgica y Holanda entre 1668 y 1669. De aquel viaje por España dejó 71 dibujos con vistas panorámicas de las ciudades y pueblos en las que pernoctó. El grabado de Fuentes fue realizado desde las colinas más arriba de lo que fue el puente de la Lagunilla, al final del actual paseo de San Fernando.
Entre las poblaciones que visitó la comitiva del duque de Toscana está Fuentes, como pone de manifiesto el grabado que Fuentes de Información reproduce. El original está en la Biblioteca Medicea Laurenciana de Florencia. Esta biblioteca es una de las más importantes de Florencia y de toda Italia, famosa por conservar aproximadamente 11.000 manuscritos. Construida en el claustro de la medicea basílica de San Lorenzo, fue patrocinada por el papa Clemente VII.
El grabado de Fuentes tiene el número 39 de la serie de 71. La comitiva del duque de Toscana, formada por 39 personas, entre las que se encontraban Pier Maria Baldi y los escritores Lorenzo Magalotti y Filippo Cornisi, llegó a Fuentes procedente de Granada, paró en Écija y siguió por Carmona y Sevilla, para continuar después hacia Extremadura. De su paso por la provincia dejó láminas de Écija, Fuentes, Carmona, Sevilla y Triana. Una copia de esta imagen de Fuentes en el siglo XVII está en la entrada del Museo del Barroco.
El viaje de Cosme de Médici empezó en Cataluña y rodeó toda la península y terminó en La Coruña. Viajaban en calesas, lo último del momento en comodidad y rapidez: recorrían entre 30 y 40 kilómetros al día y se instalaban en las localidades que les salían al paso. En Andalucía anduvieron por Linares, Andújar, Córdoba, Rute y Granada antes de pasar por Écija y Fuentes. Abandonaron Sevilla el 2 de enero de 1669. Los avatares por tierras andaluzas están descritos en el libro "Viaje de Cosme de Médicis por Andalucía", de la profesora Cándida Muñoz Medrano. Su introducción dice que "por la impresión que dan los pueblos, tenemos que decir, a nuestro pesar, que la impresión que los viajeros se llevan no parece ser demasiado halagüeña.
En la presentación de otro libro sobre la aventura (Viaje se Cosme III de Médicis por España y Portugal (1668-1669") escrito por uno de sus protagonistas, Lorenzo Magalotti, los autores de la edición, David Fermosel Jiménez y José María Sánchez Molledo, escriben que "Cosme de Médici (1642–1723), hijo de Fernando II de Médici y de Victoria della Rovere, es el príncipe heredero del gran ducado de Toscana y, como tal, viaja por España y Portugal, en un periplo que comienza en Florencia el 18 de septiembre de 1668 y termina en A Coruña el 19 de marzo de 1669. La comitiva se compone de treinta y nueve personas, representantes de la nobleza y la cultura florentinas, entre los que destacan Lorenzo Magalotti, autor de la relación del viaje y Pier Maria Baldi, que realiza 129 acuarelas en las que plasma las ciudades y lugares recorridos.
Este viaje fue realizado por Cosme de Médici contando con 26 años, algo poco frecuente para un gobernante de la época, y anuncia el Grand Tour que pondrían de moda los ilustrados del siglo XVIII. Continuaron el recorrido por Inglaterra, Holanda y Francia hasta octubre del año 1669. Poco después de regresar, muere Fernando II y en mayo de 1670 Cosme, con 28 años, se convierte en el VI Gran Duque de Toscana, con el nombre de Cosme III, en un reinado que se prolonga 53 años, hasta su muerte acaecida en 1723. La ruta se realiza por mar desde Livorno hasta Barcelona, donde comienza el periplo terrestre, visitando ciudades como Zaragoza, Madrid, Toledo, Granada, Córdoba, Sevilla, Badajoz, Lisboa, Oporto, Santiago de Compostela y A Coruña, para continuar nuevamente por mar.
En la minuciosa relación del viaje se describen las ciudades, villas y lugares por las que pasaron. Anotaron la producción de la tierra y las costumbres de sus habitantes, lo que hace del mismo una completa visión de la España de finales del siglo XVII, durante la minoría de edad de Carlos II. El texto manuscrito se conserva en la Biblioteca Laurenziana de Florencia, y se completa con otros diarios debidos a la pluma de sus acompañantes: Gornia, Ciuti, Corsini, que se guardan en otros archivos florentinos. En el año 1933 la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas publicó en italiano el texto del viaje, en edición de Ángel Sánchez Rivero y Ángela Mariutti de Sánchez Rivero, que completaba la relación oficial con las variantes de los otros manuscritos, texto que hemos seguido en nuestra traducción".
Indica que "por la impresión que dan los pueblos, tenemos que decir, a nuestro pesar, que la impresión que los viajeros se llevan no parece ser demasiado halagüeña. La condición, generalmente miserable, suscita unos juicios no siempre amables […] Pero, aparte del carácter miserable que se reconoce a esos pueblos, lo que más disgusta a los refinados florentinos es la suciedad que domina en ellos. Y no sólo pueblos, o pueblecitos como Torrija o Guadalajara, sino ciudades como Alcalá, las que presentan calles generalmente intolerables por el mal olor determinado por la costumbre de vaciar en ella, durante el día, las peores suciedades".