La familia Peñaranda hace bueno aquello de que las crisis pueden ser convertidas en ventanas de oportunidad. El estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 hizo tambalear los cimientos del Fermupe fabricante de vallas, herramientas y equipos de construcción. A punto estuvo de irse a pique, pero resistió, viró el modelo de negocio, remontó el vuelo y hoy Fermupe es una empresa puntera en desarrollo de maquinaria para la limpieza de plantas termosolares y fotovoltáicas. Sólo una empresa alemana compite con la fontaniega en el mercado internacional de fabricación de estas máquinas, aunque Fermupe presta servicio, cosa que no hace la competidora, además de desarrollar y vender tecnología propia.
Después de un año de pruebas, la empresa lanza su nueva máquina de limpieza de plantas fotovoltaicas. Se trata de una innovación porque, hasta ahora, Fermupe se había especializado en la fabricación, venta y servicios de limpieza para plantas termosolares. Eran las plantas que más proliferaban. Ahora ha llegado el boom de las plantas fotovotaicas y la empresa fontaniega no quiere dejar pasar esa oportunidad. De ahí que lleve dos años trabajando en prototipos que ha probado durante la última temporada. Una vez probadas en condiciones reales de funcionamiento y después de ser sometidas a los ajustes finales, ya hay 3 máquinas en servicio, cuatro vendidas y dos en proceso de fabricación.
Después de unos años de predominio de la energía termosolar, el mundo de las energías renovables ha tomado el rumbo de las fotovoltaicas, de las que ya hay instaladas plantas que producen unos 6.000 megavatios y se prevé multiplicar por cuatro su capacidad en los próximos cuatro años. Ese boom no va coger desprevenida a Fermupe, que tiene capacidad para montar 30 máquinas al año, según Marcos Peñaranda. La empresa fontaniega cuenta con 32 empleados, entre los cuales se encuentran los tres hermanos Peñaranda, Marcos, Mari y Francisco. Se trata de una empresa familiar, fundada por el padre, Alfonso Peñaranda, ya jubilado.
Fermupe facturó el año pasado por valor de dos millones de euros. Tiene tres líneas de negocio: la fabricación de vallas metálicas, el montaje y acabado de estructuras de aire acondicionado para trenes y el citado desarrollo, fabricación, venta y servicios de limpieza de plantas solares. Otra actividad complementaria de Fermupe es dar servicio a una empresa cordobesa especializada en alumbrados navideños. Estas pasadas Navidades ha trabajado en las tiendas de El Corte Inglés de Madrid y Barcelona, además de numerosos arcos de luces en varias ciudades.
La fabricación de vallas está a la espera de una posible reactivación del sector de la construcción, por lo que las dos principales líneas de trabajo ahora son el montaje y acabado de estructuras de aire acondicionado, que supone el 30% del volumen de actividad, y las máquinas de limpieza, que suman el restante 70%. De este último apartado, el 95% del negocio es la prestación de servicios de limpieza en las 10 plantas solares que tiene contratadas y el resto corresponde a la venta de máquinas. Fermute tiene 17 de las 25 máquinas que ha fabricado desde que en 2010 empezó esta iniciativa. El resto de máquinas las ha vendido a las propias plantas. Ha vendido y prestado servicio de limpieza en plantas de Israel y de Sudáfrica.
Arriba y abajo, pruebas realizadas esta semana para comprobar el funcionamiento de la nueva máquina de limpieza de plantas fotovoltaicas
Dado que la principal actividad de la empresa es la prestación de servicios de limpieza, el volumen de trabajo varía mucho según la temporada. El invierno es, por razones obvias, temporada baja y el verano, alta. Ahora empieza el trabajo fuerte, si no llueve. Fermupe tiene desplegadas su máquinas por Andalucía y Extremadura, principalmente, porque son las dos comunidades que concentran el 90% de los llamados "huertos solares". Como "huertos", su producción está muy ligada a la climatología. Y nunca llueva a gusto de todos. En estos momentos, cuando los agricultores están pidiendo agua a gritos, Marcos Peñaranda dice que si llueve se aplaza su arranque de temporada de limpieza.
La temporada de limpieza de las plantas solares va de abril a octubre. Si llueve, la planta se limpia sola, además de que las máquinas tienen dificultades para entrar en los campos. En verano, además de no llover, hay más polvo en el aire. El resto del año, de octubre a marzo, hay que dedicarlo a las otras actividades de la empresa y a trabajos de mantenimiento de las máquinas.