La plataforma contra el proyecto de planta de biogás de Fuentes ha logrado esta tarde su primer triunfo. El salón de la Huerta lleno hasta arriba. No es fácil llenar el salón de la Huerta para un acto de protesta contra un proyecto que, de paso, es defendido a capa y espada por el ayuntamiento. Todo apunta a que el miedo a los posibles malos olores tira más que las explicaciones que dan la empresa y el equipo de gobierno municipal. El chirimiri de loas al proyecto de las charlas informativas barrio a barrio de toda esta semana no ha podido contra el chaparrón de críticas oídas esta tarde en el salón de la Huerta. Está por ver -y oler- si los malos olores llegarán o no a Fuentes, pero lo que ya se siente es el aliento de un sector de Fuentes contra el biogás de la planta. El miedo moviliza.

El aliento fontaniego contra la planta suena huracanado. Dicho de otro modo, a la luz de la asistencia de público y de lo oído, los argumentos del ayuntamiento parecen convencer menos que los contrarios. Contra la planta, y por extensión contra el ayuntamiento, han hablado los organizadores del acto -impulsores de la plataforma- y los asistentes. Ganan el miedo a los malos olores y la falta de credibilidad de la empresa promotora. Pierde el activismo municipal a favor de la planta. Argumentos contra la planta han sido los expresados por Álvaro Fernández, portavoz de hecho de la plataforma, que se basan en el documento oficial aprobado por la Junta de Andalucía. Para este portavoz, no valen las promesas verbales, sino los documentos oficiales, que hablan de balsas a cielo abierto, malos olores "poco probables", camiones por los caminos de Fuentes y tratamiento de restos de animales muertos.

Por su parte, Rafael Gutiérrez, empresario jubilado de la empresa de recogida de las basuras de Fuentes, ha empezado diciendo que hasta que estalló la polémica en las redes sociales, desde el ayuntamiento ha habido "información cero" a la ciudadanía. Que el pleno municipal de mayo de 2024 que aprobó el apoyo institucional pasó de puntillas y de prisa, que si la planta va a crear alguna riqueza será para la empresa, no para Fuentes y que el ayuntamiento ahora no da información, sino marketing "muy bonito, pero poco fiable". La riqueza para la empresa y la mierda para los fontaniegos, ha venido a decir. Ha criticado la campaña del ayuntamiento por calificar a los que se oponen a la planta de "talibanes, alarmistas y creadores de bulos".

Como invitados al acto han asistido representantes de los movimientos contra las plantas de biogás de Herrera y Campillos, además de la responsable de gestión de residuos de Ecologistas en Acción de Sevilla. El invitado de Herrera, José Antonio Jurado, concejal de la oposición, ha animado a los fontaniegos a movilizarse contra la planta y a no aceptar la política de hechos consumados. Las protestas de Herrera han conseguido que su alcalde dé marcha atrás y pase de defender el proyecto a paralizarlo. "La excusa para ese giro de 180 grados es que el proyecto incumple el PGOU, pero no es verdad porque habían iniciado la reforma del planeamiento para darle cabida a la planta. La ha parado por las protestas ciudadanas. Vosotros también podéis ganar esta batalla en defensa de la salud y del bienestar de Fuentes".

Por su parte, la vecina de Campillos Noelia Rodríguez ha hecho una larga enumeración de los incumplimientos que la planta de su pueblo ha perpetrado durante los ocho años que lleva funcionando, según datos de las inspecciones de la Junta de Andalucía. En 2019 incumplió 28 condiciones de funcionamiento, en 2021, incumplió 24 y en 2023 incumplió 32, ha contado Noelia Rodríguez. Desde que la planta empezó a funcionar, el aire de Campillos es "insoportable", ha afirmado. Es verdad que los vientos allí soplan en dirección al pueblo. Lo llamativo es que la empresa es la misma que proyecta crear la de Fuentes y la portavoz de Campillos se ha preguntado si es creíble que una empresa que se caracteriza por incumplir allí puede venir a Fuentes prometiendo hacerlo aquí.

Ha cerrado el turno de ponentes la portavoz de Ecologistas en Acción, Leticia Baselga, que ha asegurado que su organización no se opone a este tipo de plantas, pero que le pone muchas condiciones técnicas, de gestión y de vigilancia. Lo fundamental, ha dicho, es que la ciudadanía no confíe y exija cauces de participación. Ecologistas en Acción advierte de que este tipo de plantas deben llevar aparejados, además de la participación ciudadana, controles de malos olores, medidas contra el ruido, contra posibles incendios y explosiones, entre otros. El el turno de palabras del público han quedado sin respuesta algunas preguntas como ¿a qué viene tanto interés del equipo de gobierno municipal en defender el proyecto y qué hace el alcalde dando charlas donde, en todo caso, debería estar la empresa?