De las niñas del Aguaúcho se ha escrito y hablado mucho, pero nunca en forma de cómic. Ahora ha llegado el momento de la mano del fontaniego Fernando Flores. Ficción con fondo histórico. El protagonista del cómic, coetáneo al periodo de guerra civil, recibe de un familiar un amuleto encontrado en los cerros de San Pedro que le sirve para viajar al pasado y tratar de enmendarle la plana a la historia. Y la tarea de este superhéroe local, enamorado de una de las chicas que van a ser vilmente asesinadas, es nada menos que evitar la masacre de las niñas del Aguaúcho. A su favor tiene el amuleto que le permite volver atrás una y otra vez, pero la historia tiene de su lado el peso de la realidad ¿Lo conseguirá?

En su lucha contra los golpistas, el protagonista descubre que la guerra es imparable, que cambiar un hecho concreto como fue el triunfo del golpe en Fuentes y la posterior matanza de las nueve niñas y jóvenes a manos de los fascistas no va a variar el desarrollo de la contienda que desangra a España. Que si el superhéroe consigue que el golpe militar de Franco no triunfe en Fuentes eso no va a decantar el desenlace de la historia. Precisamente el país entero está abocado a la masacre porque el golpe militar contra la República, mal preparado y peor ejecutado, fracasa y eso desencadena la guerra fratricida. Franco es un golpista chapucero al que no le importa meter a todo el país en una guerra para conseguir su objetivo de acabar con la libertad.

Pero tras esta idea de lo inevitable, en la versión ficcionada a lo largo de 8 páginas de cómic por Fernando Flores se abren dos caminos entre los personajes: los que siguen firmes a unos ideales de libertad y democracia porque no conciben vivir sin ella y los que viendo lo inevitable deciden sacar un beneficio personal. En el relato tiene presencia también la figura de Andrés Martínez de León, precursor andaluz de la narración en viñetas, donde vemos cómo serían sus páginas de cómic en este mundo con personas especiales con poderes y las consecuencias de la dictadura para el mundo de la cultura.

La edición de esta historia en cómic, financiada mediante suscripción popular (crowdfunding se dice ahora) llegará a Fuentes a mediados de junio. Al haberse financiado mediante este sistema, todos los ejemplares están destinados a las personas que en su momento aportaron el dinero necesario para ello, así que será difícil su adquisición abierta al público. No obstante, Fernando Flores asegura que es posible que queden ejemplares disponibles al ampliarse la tirada inicial.

El arquitecto técnico Fernando Flores es autor del guión, de los dibujos, del color y de la rotulación. En su momento fue creador del fanzine "La Berlinga" y actualmente da clases de pintura en la antigua escuela hogar de Fuentes. De los 22 autores que participan de la serie, Flores es el único que ha realizado todos los elementos de su creación. Lograron que 146 personas hicieran aportaciones económicas para la edición de "Las niñas del Aguaúcho", lo que supuso una recaudación de 3.636 euros que serán utilizados para poner la obra en circulación.

Este cómic no es un hecho aislado. Forma parte de un volumen colectivo de 152 páginas titulado "Historias del Universo 36" compuesto por once relatos en torno a la guerra civil. La edición corre a cargo de "Carmona en Viñetas", una asociación cultural empeñada en dar a conocer los hechos del 36 a las generaciones más jóvenes. Hasta ahora han salido publicados 23 cómics con otras tantas batallas y hechos de la guerra, siempre desde la técnica del relato de superhéroes al estilo americano. El tomo que editan próximamente incluye los capítulos de "El Mazuco”, "El bombardeo del Deutshland", "La toma de Triana", “El ángel rojo”, “La columna de Río Tinto", “La traición de Santoña”, “Hijos de la noche”, “El radiotelegrafista Benjamín Balboa”, “Los planes de Varela”, "El bombardeo de Cabra" y "Las niñas del Aguaúcho".

Al frente de "Carmona en viñetas", el bibliotecario Rafael Jiménez Sánchez ha logrado sacar varias series de cómics y una jornada anual sobre este fenómeno narrativo que reúne a lo más granado del sector. Una de ellas es la original iniciativa que aborda la guerra del 36 desde el prisma de los superhéroes. Una forma directa de allegar a los más jóvenes una temática habitualmente circunscrita a los más viejos del lugar.

(La ilustración que abre este artículo corresponde con la portada del cómic de Fernando Flores)